Fernando Teodoro Valadés Lejarza, (Mazatlán, Sinaloa, 1 de abril de 1920 — Ciudad de México, 14 de diciembre de 1978). Compositor, pianista y cantante mexicano, más conocido como Fernando Valadés.
Algunas de sus canciones han sido grabadas por artistas como: Ángela Carrasco, Virginia López, Elisa Pérez Meza, Trío Los Zafiros, Lucía Méndez, entre otros.
Mazatlán es una ciudad del noroeste de la República Mexicana y cabecera del municipio del mismo nombre. Fundada en 1531 esta situada en el estado de Sinaloa y es la segunda en importancia de la entidad.
Actualmente este puerto es uno de los destinos turísticos de playa más importantes de México. Se ubica a 21 kilómetros al sur del Trópico de Cáncer y colinda al norte con el municipio de Concordia y al poniente con el litoral del Océano Pacífico
Es también conocida como "La Perla del Pacífico" por el clima cálido, el mar, su gente, sus riquezas naturales y sus paradisíacas playas.
La ciudad se ha ido extendiendo con nuevas colonias, infraestructura, complejos turísticos y muchos kilómetros de playa localizada a lo largo de la zona costera que recorre 17 kilómetros.
Fernando Valadés, uno de los más grandes artistas de la Época de Oro de la música mexicana, sigue vivo en la memoria de sus seguidores. En Mazatlán, estado de Sinaloa, México, encontramos a su hija, y con ella, la herencia musical y artística de uno de los grandes boleristas de América.
Del cine y de las telenovelas una marca de su identidad. Y no se conformó con hacerlo para sí mismo, para su propia tierra; la creó, difundió y expandió por todo el continente.
Sus rancheras y corridos han acompañado a América desde hace muchas décadas. Qué decir del cine, y qué no decir de las telenovelas, cuyo esquema hace rato se agotó y sin embargo hoy siguen tan campantes produciéndose y vendiéndose como si nada.
Cuando pequeño, una sirvienta de su casa, endulzó un biberón con polvo matahormigas, confundiéndolo por azúcar, lo cual afectó al pequeño Fernando, causándole tremendos y graves problemas de salud, que aunque se logró salvarle la vida, le dejaron secuelas de inmovilidad en sus piernas.
El respeto y el amor que los mexicanos sienten por sus artistas, solo es comparable con el orgullo que profesan por su folclor y su idiosincrasia. Y ese orgullo no es gratis, la industria del entretenimiento mexicana mueve millones de dólares al año.
Ellos crearon sus ídolos y supieron convertirlos en leyenda. La galería de actores, actrices, cómicos y cantantes es verdaderamente admirable. Fernando Valadés, el compositor e intérprete de canciones tan bellas como "Por qué no he de llorar", "Cómo de que no", o "El diccionario", hace parte de esa lista de lujo.
Se casó con Lucila Valdéz Tirado, una joven bellísima con la cual procreó catorce hijos. Fue marido ejemplar y al saber a su esposa enferma y desahuciada, se hunde en la depresión y muere de un infarto en diciembre de 1979.
En sus múltiples viajes al y desde el Aeropuerto, cuando iba o regresaba de sus giras nacionales o internacionales, Luis Cárdenas alias “El Largo”, era el taxista encargado de transportarlo, por lo cual cultivaron una gran amistad y cuenta uno de los hijos de este conductor que cuando pasaba por la 21 de Marzo donde vivía Don Fernando y el maestro estaba tocando el piano, le lanzaba algunos gritos, lo cual provocaba un saludo entre taxista y compositor, donde esté último procedía a hacer sonar con más fuerza su piano.
Un pasaje con la obra y el anecdotario de este orgullo de Sinaloa, lo podemos encontrar al visitar “Fernando Jazz Bar” de “Casa Lucila”, allá frente al monumento a Pedro Infante, acompañado de la hermosa bahía de Olas Alta.
Corría el año de 1920 en el bello puerto de Mazatlán, Sinaloa, en una mañana soleada y golpeada por la brisa del mar, donde la familia de Doña Esther Lejarza de Valadés, estaba reunida pues ya llevaba nueve meses de embarazo y en aquella época los hijos solían nacer en la casa de sus padres.
Estaba en su plenitud la primavera en el día 1° de abril, donde los mangos frutales de la casa se encontraban en su momento floreciente y la continua presencia de las grabaciones musicales del Maestro Fernando Valadés.