Original de Camagüey, Cuba, Anais Abreu comenzó sus aventuras musicales desde muy joven.
De primeras estudió en la Escuela Provincial de Arte Joaquín Varona, y luego en la Escuela Nacional de Arte Luis Casa Romero, donde después de su graduación, enseñó piano.
Al terminar sus estudios en el Centro Nacional de Superación de la Enseñanza Artística continuó en la misma institución como profesora y directora de coro.
En 1986 inició su carrera artística como solista.
Aunque tuvo éxito como maestra y directora, al ganar un primer premio en un concurso televisivo, su amor por la interpretación la llevó a La Habana, donde continúa deleitando a un público tanto cubano como internacional.
Anaís Abreu da nueva vida a las cautivadoras melodías de los populares boleros y el filin cubanos. Aunque su estilo recuerda a Elena Burque y Moraima Secada dos estrellas del filin su entrega es incomparable.
Uno de sus críticos dijo: «Anaís Abreu es el matrimonio perfecto entre la música tradicional cubana y la canción moderna… Siempre nos regala una actuación extraordinaria lo mismo cantando jazz, boleros, o canciones populares…»
Su más reciente CD, El amor se acaba , es una reflexiva y poderosa colección de boleros y filins cubanos. La colección de baladas y canciones de José Valladares, Amaury Pérez y Gerardo Alfonso etre otros, junto con la dulce voz, y la impecable interpretación de Anaís Abreu, lleva a quien escucha al sensual mundo de brisas de una noche cubana perfumada de daiquiris.
Premios
Recibió el primer lugar en el concurso Todo el Mundo Canta 1983
Gran Premio del género canción en el Concurso Adolfo Guzmán, 1989
Gran Premio en el Festival del Chachachá, 1990.
Giras
Ha realizado giras por Argentina, Chile, Hungría, Checoslovaquia, Francia e Italia.
Anaís Abreu ha cautivado públicos entusiastas en su natal Cuba, en América del Sur, y en Europa. Ha grabado tres CDs propios y ha participado en una impresionante lista de antologías musicales en compañía de orquestas e intérpretes tanto Cubanos como internacionales.
Ya sea su actuación en una sala de conciertos, en un escenario al aire libre, o en el renombrado club habanero "Dos Gardenias," Anaís Abreu da la impresión a quien la escucha de que canta solamente para él. Su estilo íntimo, junto a su carisma y su cálida voz de variados matices y enorme alcance, la hacen sin lugar a dudas, una diva auténtica.
Una cantante no se hace solo con la voz. A ese ajiaco hay que echarle otros ingredientes. Un buen repertorio, digamos, es imprescindible y esto Anaís Abreu lo conoce muy bien. Interpreta a Pablo, a Descemer, Raúl Torres, Emilio Vega, Pancho Céspedes y también a Miguel Matamoros; coquetea con temas que fueron grandes en las voces de las hermanas Fáez y se pasea con soltura por diversos géneros de la música cubana como el son, la guaracha, el bolero, la canción y por si fuera poco, incursiona con probada maestría en la rumba.
La clave de su éxito estriba justamente en la mezcla de estos elementos: Voz, proyección escénica (que va desde el modo de enfrentar el público, gestualidad, vestuario, peinado) y repertorio. Y ella lo tiene todo.
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