Una de las fuentes cercanas al círculo de confianza de Marina y de las mejores expertas en política brasilera y campañas electorales de su país me comentaba ayer en una larga conversación cuáles son las claves de las campañas, el perfil de Marina y las personas que la acompañan, en este sugestivo proceso que se ha desencadenado.
¿ Quién es Marina Silva?
Marina Silva comenzó su carrera política en el Estado de Acre, en la Amazonia, fronterizo con Pando, Bolivia. Aprendió a leer y escribir a los 16 años cuando abandonó los bosques para cuidar de su salud, fuertemente afectada por hepatitis, malaria y leishmaniasis. Tuvo diez hermanos de los cuales tres fallecieron. Creció entre recolectores de caucho. Su colaboración con Chico Mendes, líder sindical de los extractores de caucho en Acre mártir del ambiente amazónico al ser asesinado en 1988, impulsó sus primeros triunfos electorales.
Nació en 1958, es afrobrasileña, fue elegida senadora desde 1994, convirtiéndose en una de las principales dirigentas del PT de Lula da Silva. En el gabinete de Lula, dijo IPS, fue ministra de Medio Ambiente hasta que renunció en 2008 por considerar que el Gobierno no hacía lo suficiente para lograr un desarrollo sostenible y que impulsaba un modelo “de crecimiento material a cualquier costo”, en desmedro de los pobres y la naturaleza.
Un año después dejó el PT y se afilió al pequeño Partido Verde (PV) para disputar los comicios de 2010, en las que triunfó Dilma Roussef. Quedó en tercer lugar, pero con un caudal de votos nada despreciable del 19%.
En palabras del analista político Carlos Pagni: “La biografía de Marina parece, como la de Lula da Silva, un guión de Hollywood. Nació en una familia de agricultores, obreros y amas de casa del Estado de Acre. A los seis años, una intoxicación con mercurio le produjo trastornos que arrastra todavía. Tuvo cinco malarias y tres hepatitis. De pequeña perdió a la madre. Trabajó como empleada doméstica. Aprendió a leer a los 16 años. Se graduó en Historia. Se casó, se separó, volvió a casarse. Tiene cuatro hijos. Desde hace diez años es evangélica, de la Asamblea de Dios.”
Sería la primer presidente negra del Brasil, un país donde más del la mitad de su población es negra o mulata.
¿Quién es quién en el círculo de Marina?
El economista Eduardo Gianetti, doctorado en economía por Cambridge, es el hombre fuerte en materia económica de la candidata, se trata de un técnico que garantizaría una postura más ortodoxa y amistosa con los mercados en relación con la que ha desarrollado la presidenta Dilma Rousseff, especialmente con políticas macro encauzadas hacia una mayor disciplina fiscal, un tipo de cambio flotante y metas inflacionarias consistentes.
Beto Albuquerque será su compañero de fórmula, en una clara búsqueda de demostrarle al electorado amplitud, pues escoge a un cuadro político que no estaba de acuerdo con ella en asuntos como el uso de transgénicos.
La coordinadora del programa de gobierno es Neca Setúbal, heredera y accionista del banco Itaú, el coordinador adjunto de la campaña es Walter Feldman, médico, trabajó con Serra como Secretario de Deportes en Sao Paulo y es uno de los garantes de continuar con el programa propuesto por Campos y el nombre que con más fuerza suena para guiar la política exterior es Maurício Rands, doctor por la Universidad de Oxford y un percambucano miembro del equipo del fallecido Eduardo Campos.
Principales tema de la campaña:
1. Economía:
La economía es la cuestión clave por dónde giran los relatos para las elecciones presidenciales de 2014 y, quizá, donde se pueden apreciar mayores diferencias. Aunque en macroeconomía, las dos candidatas, tanto Dilma como Marina se comprometen a mantener sistema de metas de inflación, contener los costos y mantener el libre intercambio (conocidos en conjunto como trípode económico). Marina, sin embargo, se ha mostrado más comprometida con estas metas anunciando el objetivo de inflación a 3% en 2019 y con un discurso contundente acerca de la importancia de la autonomía del Banco Central.
Tras la publicación de las encuestas que favorecen a Silva, las acciones de empresas nacionales como Petrobras (la estatal petrolera) o Vale (la mayor minera de Brasil) subieron en más de un punto porcentual, esto se ha interpretado como un deseo del mercado para que Marina Silva sea la próxima presidenta.
2. Modelo Productivo:
La divergencia mayor entre las candidatas podría situarse en la agricultura.
Marina se compromete a impulsar el desarrollo regional y los arreglos productivos locales con el fin de reducir las desigualdades entre las diferentes zonas del país, impulsando emprendimientos, especialmente en forma de micro y pequeñas empresas no extractivas que se presenten como un medio de asegurar el empleo y los ingresos; y acusa al PT de utilizar una política agraria extractiva y el uso de transgénicos.
Por este tema la candidata ecologista está teniendo ciertas tensiones con la industria de los agronegocios y su equipo de campaña se está ocupando de mitigar con una batería de diálogos y gestos de moderación dirigidos a este sector.
3. Valores:
En cuanto a valores, si bien Dilma es agnóstica, se proclama como creyente en Dios. Pero, la irrupción de Marina, de convicción y credenciales evangélicas más que reconocidas modificó la intención de voto entre este segmento de la población que representa nada más y nada menos que el veinte por ciento del electorado. Devota de la Asamblea de Dios, Marina ha atraído el apoyo de los líderes evangélicos.
En 2010 Marina Silva se pronunció en contra del aborto y es más conservadora que Dilma en cuestiones relacionadas con temas morales.
4. Política exterior:
En política exterior, Dilma y Marina podrían representar dos modelos diferentes. Dilma Rousseff se encierra en continuar con los principios que han regido al Ministerio de Relaciones Exteriores durante estos doce años. Es decir, colocar en el centro de la política exterior de las relaciones Sur-Sur, la integración latinoamericana, el multilateralismo y el convencimiento que Brasil ha tenido un papel activo en una reforma del sistema internacional. Marina Silva, en cambio, podría tener mayores afinidades para las posiciones defendidas por los Estados Unidos y Europa en el vínculo atlántico. Marina denuncia que Brasil está “aislado” en el escenario internacional y propone “una acción diplomática más grande” del país en temas globales como el cambio climático, la sostenibilidad, el comercio, los derechos humanos, la guerra cibernética o la lucha contra el terrorismo.
El futuro
Los contendientes de Marina, tanto Dilma como Aecio, se encuentran hoy en una encrucijada porque como destaca Eliane Cantanhede en el diario Folha: “Marina, con sus 50 kilos, alimentación de pajarito y una historia de vida repleta de enfermedades endémicas, está emergiendo de la perplejidad general y el dolor por la muerte de Campos. ¿Cómo combatir a una figura tan frágil? Dilma y Aécio no pueden huir de ese reto. Marina es competitiva, una incógnita fantástica y un fantasma para la polaridad PT-PSDB. Si los dos no entran a combatirla corren el riesgo de ver a una Marina disparada. Si combaten, el “bicho” pega, si no, el “bicho” come”.
Menos de dos meses nos separan de la decisión del pueblo de Brasil, un pueblo con vocación de cambio. En ese momento sabremos si el imponderable que ha movido al Brasil solo ha tenido el alcance de una nube pasajera de campaña o la magnitud de un auténtico tsunami imparable que modificará el futuro político del gigante sudamericano.
fuente- Guillermo Hirschfeld