La llaman marea roja pero, en realidad, también puede mostrarse con otros colores como verde o amarillo o, incluso, no tener ningún color.
Los primeros brotes de la marea roja comenzaron en febrero.
Desde 1972, la ingesta de mariscos contaminados por marea roja ha causado la muerte de 23 personas en Chile, informó la prensa local .
Carrasco apuntó que quienes superan la intoxicación no quedan con ningún tipo de secuela.
El caso más extenso
El brote actual de marea roja es el cuarto que se registra en Chiloé desde que se tienen registros. Los anteriores se produjeron en 2002, 2006 y 2009.
"En este momento está en pleno desarrollo el brote y es el más grande por las dimensiones de territorio que ha abarcado", dijo Carrasco.
El fenómeno comenzó en febrero por lo que, hasta ahora, su duración es equivalente a la de 2002 y 2006. El de 2012 fue un poco más largo.
En cuanto a toxicidad, Carrasco consideró que aún hace falta esperar para saber si esta marea roja superará a la más tóxica registrada hasta ahora: la de 2002.
El experto explicó que la aparición de las mareas rojas se vincula con las condiciones climáticas de los últimos tiempos, incluyendo el registro de temperaturas más altas de lo normal y el fenómeno El Niño.
Ayudas y protestas
Carrasco explicó que para prevenir los problemas de salud derivados de la marea roja, las autoridades chilenas hacen un seguimiento permanente tanto a la presencia de las algas en el mar como a la presencia de las toxinas en los mariscos.
De esta forma, pueden detectar a tiempo cualquier brote y minimizar los riesgos. Así, las autoridades chilenas han ido declarando la alerta sanitaria en los distintos sectores afectados, prohibiendo a los pescadores extraer mariscos de la zona.
Esta medida, cuya vigencia se extiende por ahora hasta el 20 de julio, ha afectado severamente a la población local que, en algunos casos, ya acumula muchas semanas sin poder trabajar.
Ante esta circunstancia, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet declaró el sábado pasado como zona de catástrofe el borde costero de la Región de Los Lagos, lo que permitirá movilizar recursos para apoyar a las familias afectadas por esta situación.
Esta medida, sin embargo, no parece suficiente.
Este martes, más de 2.000 pescadores artesanales de Chiloé intensificaron las protestas iniciadas el lunes en contra del bono de 100.000 pesos por familia (unos US$151) que el Gobierno ha ofrecido para compensarles por la caída de sus ingresos.
Los manifestantes realizaron cortes de vías, levantando barricadas y quemando neumáticos.
"Los 100.000 pesos no los aceptamos, hace dos meses que estamos parados exigimos al menos 400.000 pesos (unos 600 dólares). Queremos que el Gobierno nos apoye porque estamos en una zona de catástrofe", señaló a la prensa Pedro Pairo, presidente de uno de los sindicatos de pescadores.
Al parecer, los efectos tóxicos de la marea roja se pueden extender hasta Santiago de Chile.
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