El expresidente juró en el Palacio Planalto -sede del gobierno brasileño- a cuyas puertas se concentraron simpatizantes y detractores del oficialismo que protagonizaron algunos incidentes.
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva asumió hoy como nuevo jefe de la Casa Civil del gobierno de Dilma Rousseff en medio de un tenso clima social por las protestas populares que reprobaron su designación, ante la posibilidad de que desde su nuevo cargo el ex mandatario intente evitar las acusaciones judiciales por corrupción en su contra.
La ceremonia estuvo a cargo de la presidenta Rousseff y se cumplió esta mañana en el Palacio Planalto -sede del gobierno brasileño- a cuyas puertas se concentraron simpatizantes y detractores del oficialismo que protagonizaron algunos incidentes.
Activistas del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) chocaron hoy con opositores frente al Palacio del Planalto, sede del gobierno en Brasilia, donde se celebró la ceremonia de toma de posesión del ex presidente Lula da Silva como jefe de la Casa Civil.
Los simpatizantes del PT se apostaron poco después de las ocho frente a la rampa de ingreso al Planalto, donde corearon consignas a favor de Lula y el gobierno, y a las nueve llegaron hasta el lugar decenas de opositores que corearon consignas en favor del juez Sergio Moro, quien lleva adelante la causa por corrupción en Petrobras e investiga la supuesta participación de Lula en esa trama delictiva.
Pocos minutos después de la irrupción de los opositores se desató un enfrentamiento entre ambos grupos, por lo que la policía militarizada lanzó gas pimienta, detuvo a dos personas y dispersó a los manifestantes, que se replegaron.
Mientras tanto, en el Congreso, a 200 metros del palacio presidencial, decenas de adversarios al gobierno exigieron la renuncia de Rousseff y manifestaron contra el nombramiento de Lula.
La Policía Militarizada de Brasilia anunció que movilizó 7.000 hombres para garantizar "el derecho de manifestación de todos los ciudadanos", reprodujo Ansa.
A las 10 los oficialistas lanzaban fuegos artificiales en la Plaza de los Tres Poderes, frente al Planalto, mientras un grupo opositor se dirigía hacia ese punto del centro de la capital brasileña.
En tanto, la Avenida Paulista, la principal de San Pablo, fue bloqueada hoy por cientos de opositores frente al edificio de la Federación de Industrias, donde anoche hubo una concentración de miles de adversarios al gobierno.
El Movimiento Vení Para la Calle, opositor, convocó a través de las redes sociales a actos de protesta hoy en Rio de Janeiro.
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