Su última obra es 'Ripper', una novela policíaca en la que un abuelo y cinco niños 'nerds' repartidos por el mundo "empiezan a resolver una serie de crímenes que suceden en San Francisco jugando el juego de rol"
Isabel Allende ha abarcado multitud de géneros, como el biográfico, la novela juvenil o el policíaco, su última incursión. “Es un género que no me interesaba, mayormente porque no leo mucha novela policíaca, pero he visto a mi marido durante seis años escribiendo novelas policiacas y es entretenido plantar las claves e imaginar un argumento que lleva al lector hasta su última página. Era un desafío”, asegura.
En un principio, Allende iba a escribir el libro junto a su marido, William C.Gordon, pero a los pocos minutos se dieron cuenta de que sus métodos de trabajo eran bien diferentes. “Willie tiene una capacidad de trabajar de once minutos y yo trabajo once horas seguidas, investigo a fondo, me meto completamente, se me acaba la vida cuando empiezo a escribir. Willie no, él escribe en cualquier parte, a toda hora, se le ocurren ideas, las anota, escribe a mano”, dice entre risas.
“Pero yo no tenía ningún otro tema y entonces empecé a escribir una novela policíaca que al principio la imaginé bastante simple, pero se fue enredando. Hay tantas capas de conflicto y de situaciones que traté de contárselo a mi mamá y no pude porque era demasiado complicado”, agrega. “Ripper” (Destripador), que es como se llama el libro que sale próximamente a la venta en Chile y que ya se puede adquirir en España, parte de un juego de rol del mismo nombre.
Un abuelo y cinco niños “nerds” repartidos por el mundo “empiezan a resolver una serie de crímenes que suceden en San Francisco jugando el juego”, cuenta la escritora. “Se adelantan siempre un paso a la policía porque ésta tiene que seguir un cierto protocolo para todo, y los niños tienen imaginación y son libres de crear lo que les dé la gana”, añade la autora de “De Amor y Sombra”.
Arrepentida de haber comenzado a escribir novelas policiacas “tan tarde“, Allende señala que no descubre el sentido de sus obras hasta que las termina y que, para ella, “Ripper” es “como un juego”. “Es muy lúdico porque lo escribí en sentido de humor y un poco en broma, a pesar de que los crímenes son horrorosos y la trama es real. Pero es como reirse del género”, sostiene.
Allende, que acaba de publicar “Amor”, una antología de relatos románticos y escenas eróticas recogidos en sus libros anteriores, asegura que, aunque “el placer de contar es maravilloso”, las dudas todavía rondan en su mente cuando comienza un nuevo libro y persisten hasta que lo termina. “Cuando empieza a rodar ya me siento más segura de que lo puedo contar. Eso no significa que me sienta segura de que lo que he escogido contar sea apropiado o valga la pena (…). Siempre me planteo eso. ¿Vamos a estar matando árboles para publicar esta cosa? ¿Sirve para algo?”, se cuestiona.
Sobre las nuevas tecnologías como el libro electrónico o el audiolibro, la autora chilena considera que se van a popularizar porque “hay toda una generación joven que le tiene miedo a una página, pero lee en pantalla”. Según Allende, las historias que le interesan son las de aquellas personas “que se levantan del barro y de la sangre, y salen adelante a ayudar” a otros.
“Mujeres que han sido violadas, que les han matado a los hijos, que les ha pasado de todo. (…) Eso es lo que hay que contar, lo que quiero contar. A mí no me interesa el tipo que la mató y violó a sus hijos”, concluye.
En un principio, Allende iba a escribir el libro junto a su marido, William C.Gordon, pero a los pocos minutos se dieron cuenta de que sus métodos de trabajo eran bien diferentes. “Willie tiene una capacidad de trabajar de once minutos y yo trabajo once horas seguidas, investigo a fondo, me meto completamente, se me acaba la vida cuando empiezo a escribir. Willie no, él escribe en cualquier parte, a toda hora, se le ocurren ideas, las anota, escribe a mano”, dice entre risas.
“Pero yo no tenía ningún otro tema y entonces empecé a escribir una novela policíaca que al principio la imaginé bastante simple, pero se fue enredando. Hay tantas capas de conflicto y de situaciones que traté de contárselo a mi mamá y no pude porque era demasiado complicado”, agrega. “Ripper” (Destripador), que es como se llama el libro que sale próximamente a la venta en Chile y que ya se puede adquirir en España, parte de un juego de rol del mismo nombre.
Un abuelo y cinco niños “nerds” repartidos por el mundo “empiezan a resolver una serie de crímenes que suceden en San Francisco jugando el juego”, cuenta la escritora. “Se adelantan siempre un paso a la policía porque ésta tiene que seguir un cierto protocolo para todo, y los niños tienen imaginación y son libres de crear lo que les dé la gana”, añade la autora de “De Amor y Sombra”.
Arrepentida de haber comenzado a escribir novelas policiacas “tan tarde“, Allende señala que no descubre el sentido de sus obras hasta que las termina y que, para ella, “Ripper” es “como un juego”. “Es muy lúdico porque lo escribí en sentido de humor y un poco en broma, a pesar de que los crímenes son horrorosos y la trama es real. Pero es como reirse del género”, sostiene.
Allende, que acaba de publicar “Amor”, una antología de relatos románticos y escenas eróticas recogidos en sus libros anteriores, asegura que, aunque “el placer de contar es maravilloso”, las dudas todavía rondan en su mente cuando comienza un nuevo libro y persisten hasta que lo termina. “Cuando empieza a rodar ya me siento más segura de que lo puedo contar. Eso no significa que me sienta segura de que lo que he escogido contar sea apropiado o valga la pena (…). Siempre me planteo eso. ¿Vamos a estar matando árboles para publicar esta cosa? ¿Sirve para algo?”, se cuestiona.
Sobre las nuevas tecnologías como el libro electrónico o el audiolibro, la autora chilena considera que se van a popularizar porque “hay toda una generación joven que le tiene miedo a una página, pero lee en pantalla”. Según Allende, las historias que le interesan son las de aquellas personas “que se levantan del barro y de la sangre, y salen adelante a ayudar” a otros.
“Mujeres que han sido violadas, que les han matado a los hijos, que les ha pasado de todo. (…) Eso es lo que hay que contar, lo que quiero contar. A mí no me interesa el tipo que la mató y violó a sus hijos”, concluye.
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