La caída de Piñera

En sólo seis meses, la popularidad del presidente de Chile se desplomó, gracias a la aprobación del proyecto hidroeléctrico en la Patagonia

 

Los votantes son famosos por su poca memoria. A pesar de ser conocida por su equilibrio y su buen gobierno, los chilenos no son una excepción. Hace seis meses, el presidente Sebastián Piñera viviendo un momento especial después del milagroso rescate de 33 mineros que quedaron atrapados durante diez semanas. De acuerdo con el instituto de investigación Adimark, sus índices de aprobación alcanzó el 63% en el momento. 

Encuestas de este mes muestran un panorama menos positivo Piñera: su apoyo ha caído a sólo el 36%, el más bajo desde que asumió el cargo en marzo de 2010. Mientras tanto, el 56% de los encuestados dijeron que desaprueban la dirección de su administración, la tasa más alta jamás registrada desde que Chile recuperó la democracia en 1990.
Los índices de aprobación han caído en picado Piñera sobre todo gracias a su apoyo al plan de HidroAysén de electricidad, que incluye la construcción de cinco represas en dos ríos de la zona prácticamente virgen de la Patagonia chilena que inundaría 5.900 hectáreas de reservas naturales. Su gobierno aprobó la ley el 9 de mayo y no anticiparse a la oposición de los ambientalistas. Más de 30 000 personas marcharon el mes pasado en Santiago, pidiendo al gobierno a abandonar el proyecto.
HidroAysén El caso no podría tener tan nervioso que la población no se ajustan tan bien en la opinión de que el pueblo chileno Piñera el estilo de gestión. A diferencia de su predecesor, Michelle Bachelet, es un magnate de los negocios, que centraliza las decisiones en su oficina, y rara vez se consulta más amplia antes de tomar una postura sobre cuestiones importantes. Como resultado, cuando se aprobó la presa, que sospechaba que muchos chilenos fue el fortalecimiento de sus lazos con Endesa, la empresa española responsable de la construcción. Y como sus ministros parecen tener poca autoridad, Piñera se recibe toda la avalancha de críticas sobre su gobierno.
El presidente testarudo no parece dispuesto a ceder. Que ha vetado una reestructuración de oficinas, y trata de atraer la atención nacional de regreso a su economía de rápido crecimiento. Sin embargo, su falta de flexibilidad no puede ser simplemente un producto de su terquedad. Una reciente encuesta de Adimark también trajo buenas noticias para Piñera: la Conceertación, una oposición de centro-izquierda tiene una mucho menos popular que el suyo, con sólo el 23% de apoyo. Por ahora, el presidente parece el contenido a ser visto como un mal menor.