sábado, 7 de marzo de 2009

El arsenal 'charrúa'

Uruguay se destapó en el Suramericano Sub-20 como la selección más goleadora, exhibiendo una nueva generación de cracks

El delantero Abel 'La joya' Hernández fue, con cinco goles, uno de los máximos artilleros de la competición

Lodeiro y Urretavizcaya completaron una tripleta ofensiva superior al potencial goleador de Brasil

Nicolás Lodeiro fue decisivo con sus goles en las dos fases del torneo

La mejor conclusión que Uruguay puede extraer de su participación en el Suramericano Sub-20 de Venezuela, clasificándose con nota para el Mundial de Egipto, es que ha ideado un fútbol de precisión, poder ofensivo y goles que garantizan un futuro prometedor. La selección de Diego Aguirre fue uno de los principales animadores de un torneo que, sin embargo, se le resiste desde hace 28 años. En esta edición se le recordará por su tercer puesto y por un arsenal de cracks que derrocharon talento y capacidad ofensiva.

Abel 'La joya' Hernández se erigió en uno de los máximos goleadores. El delantero de Peñarol compartió galardón con Walter (Brasil), Robin Ramírez y Hernán Pérez (Paraguay), todos ellos con 5 goles. Pero no fue el único que vio puerta con facilidad. También, con tres, Nicolás Lodeiro, Santiago García (ambos de Nacional de Montevideo) y Jonathan Urretavizcaya (Benfica). Y es que Uruguay fue el combinado que más tantos marcó (21), doce en la primera fase, que terminó con liderato, y nueve en la segunda. Una productividad goleadora 'charrúa' que no es sólo propiedad de los delanteros. A la defensa tampoco le fue mal.

Los técnicos de la selección habían depositado su confianza en Abel Hernández (8/8/1990), y no falló. Dinamita pura. Es por su capacidad rematadora y por sus goles y por estar siempre al límite del fuera de juego que le apodan 'La joya'. Con 18 años y 1,86 de estatura, acaba de cruzar el Atlántico para demostrar en el Palermo italiano que puede ser un nuevo Forlán. Le esperan cinco años de contrato. Formado en el Central Español, debutó en Primera a los 16 años. No tardó en dar el salto al Peñarol y de ahí a Europa. Su camino al estrellato, de todas formas, no ha resultado fácil. Hace unos meses le diagnosticaron una arritmia ventricular tras sentirse mal mientras se estaba ejercitando. Se llegó a especular incluso con una retirada prematura. Sin embargo, y tras un profundo examen médico, no se le detectó ninguna malformación. Las autoridades aprobaron su retorno al fútbol. Esos cinco goles en el Suramericano fueron una gran respuesta, la mejor de todas.

Nicolás Lodeiro fue otro de los artífices del éxito. Nacido en Paysandú (21/3/1989), este mediapunta zurdo, que puede actuar por las dos bandas, se incorporó al Nacional siendo un infantil y debutó con el primer equipo en 2007 participando en 24 partidos y anotando un par de tantos. Tiene una gran visión de juego, un potente disparo y una obsesión: encontrar el camino más rápido hacia la portería. En la selección lleva el dorsal 14, a petición propia como homenaje a uno de sus ídolos, Johan Cruyff. Eso lo dice todo.

Jonathan Urretavizcaya es algo mayor (19/3/1990). Surgió de las divisiones inferiores del River Plate local, debutando en el primer equipo en 2008. Con pocos partidos en Primera se ganó el pasaporte para jugar en el Benfica de Quique Sánchez Flores, que valoró su velocidad y habilidad por la banda izquierda.

Los defensas también aportaron un plus atacante. Matías Aguirregaray es el mejor ejemplo. Y no es de extrañar. El defensa de Peñarol, de 19 años, conocido como el Vasquito, empezó jugando como delantero, aunque luego se retrasó al centro del campo y finalmente se consolidó en la zaga. Diego Aguirre tiene donde elegir en una auténtica generación de cracks

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