De acuerdo con la estimación, realizada con base en los datos de enero, el total debe limitarse a 134,7 millones de toneladas, en lugar de los 145,8 millones conseguidos el año pasado, pese a un aumento de 0,8 por ciento en la superficie cultivada.
La principal causa de la reducción es la situación climática de la región Sur de Brasil (Paraná, Santa Catarina y Río Grande del Sur) , mayor productora de granos del país, donde se han juntado dos extremos: las inundaciones y la sequía.
Mientras al este de los tres estados ha llovido tres veces más que lo normal para el final del año, perjudicando las plantaciones por exceso de agua, en la franja oeste de la región falta lluvia, y decenas de municipios tienen problemas incluso para conseguir agua potable.
En consecuencia, la producción de la vasta zona sufrirá una disminución de 12,7 por ciento, llegando a un total de 53,5 millones de toneladas, mientras en la región sureste (Río-Sao Paulo-Minas Gerais) la pérdida se limitará a 3,5 por ciento en relación a 2008.
Para la región centro-oeste, la reducción prevista es de 6,3 por ciento, con una cosecha de 47,5 millones de toneladas, mientras para el noreste del país la baja será de 4,7 por ciento, llegándose a los 13 millones de toneladas.
La región norte o amazónica es la menos importante desde el punto de vista agrícola, y allí la reducción será de sólo 1,8 por ciento, pero el total cosechado se limitará a 3,8 millones de toneladas.
Se espera que la producción de cacao sea 5,2 por ciento menor, así como la de café (-15,9 por ciento), maíz (-14,8), algodón (-16,8) , frijoles (-6,5), soya (-3,6) y trigo (-15,5 por ciento), entre los principales productos.
De los 25 cultivos analizados, sólo siete deben tener cosechas mayores que en 2008: cacahuates (+15,0 por ciento), arroz (+2,2), caña azucarera (+0,6), cebollas (+4,0), frijoles de primera cosecha (+17,7), ricino (+14,8) y mandioca (+1,4 por ciento).
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