lunes, 2 de enero de 2017

Eugenia León Inolvidables Interpretes femeninas

Nacida en México, es considerada por muchos como la mejor cantante del país. Podría decirse que la historia de la vida de Eugenia León es un amplio relato de sorpresas, conciertos grandiosos, espectáculos, trabajo y disciplina. 




Esta historia le ha dado a sus presentaciones una creciente popularidad y fama dentro y fuera de su tierra natal. Sus admiradores en México, Latinoamérica y otras partes del mundo la aprecian por el poder, versatilidad y calidad emotiva de su voz. Por lo tanto, es una de las cantantes más reconocidas y representativas del mundo de habla española.





Sin pretensiones, independiente ante las normas y estándares comerciales del negocio discográfico, Eugenia León es un ejemplo sin paralelo como cantante e intérprete. Su repertorio, el cual incluye tanto el trabajo de compositores contemporáneos como el de compositores tradicionales de México y Latinoamérica, ha logrado que no se le haya encasillado dentro de un solo género. Su música es liberada, conmovedora. Cuenta historias sin tiempo con una voz que desgarra el alma, con una presencia escénica poderosa.






Eugenia ha podido reinventarse como cantante una y otra vez. Al igual que la intrépida ejecutante de malabares sobre la cuerda floja, quien arriesga su vida por amor a su profesión, Eugenia posee también esa misma cualidad especial y temeraria. Dado que sabe cómo cantar , puesto que nació en el seno de los géneros que interpreta, ha podido moverse con facilidad de uno al otro, y se ha convertido en ejemplo clásico de cada estilo.






Es esencial escuchar verdaderamente a Eugenia León, vivir su “cambiante y consistentemente hermosa voz”, al tiempo que observamos cómo crea la atmósfera de lealtad entre sus admiradores. Hacer esto constituye una experiencia vital a la vez que musical. Cuando asistimos a un concierto de Eugenia León escuchamos a una verdadera cantante. 






Las luces, la escenografía y las grandes orquestas pueden ir y venir, porque hasta cuando se acompaña únicamente por una guitarra es su voz la que teje el hechizo. Cuando canta, el tiempo se transforma, envolviendo a su público en una atmósfera nostálgica, en una soledad recuperada, en amor comunal, con una pasión y un anhelo de vida. Al terminar el concierto cada espectador se va con la sensación de haber cantado a través de ella.






Eugenia comenzó su carrera a principios de los años 70 en el Movimiento de la Nueva Trova, que viene siendo el equivalente al surgimiento de Bob Dylan y compañía en Estados Unidos y en Europa. Cantaba con los grupos que reflejaban la inquietud de los estudiantes de aquella generación. En 1982 debutó como solista y empezó a formar el repertorio de canciones de jóvenes compositores mexicanos. También descubrió la música brasileña y refrescó el rostro del bolero.






En ese tiempo realizó sus primeras grabaciones con un pequeño grupo de músicos y dio inicio a una larga trayectoria de conciertos alrededor de todo el país. 1985 se identifica como el año definitivo tanto para ella como para México, ya que fue el año de su triunfo en Sevilla, España, en el Festival OTI con la canción “El fandango aquí”, de Marcial Alejandro, que coincidió con el devastador terremoto que destruyó a parte de la Ciudad de México el 19 de septiembre. Fue un momento recordado con dolor y emoción por todos, que veían a Eugenia en la televisión, desconsolada pero con la suficiente fortaleza para cantar.






Desde entonces, no ha dejado de presentarse en festivales de prestigio internacional, tales como el Pan Pacific Music Festival de Japón, el Latino Festival de Nueva York, la Expo Sevilla en España y la Cumbre de las Américas celebrada en Cartagena, Colombia. También ha cantado en Alemania, Brasil, Marruecos y en China, durante la Cumbre Mundial de Beijing.







La opinión pública en Latinoamérica sostiene que Eugenia está más allá del mundo competitivo de las titubeantes modas musicales. Solista por naturaleza, acostumbra agotar las localidades de los mejores teatros y auditorios del país. Sus seguidores están ávidos por gozar de una buena música y presentación de alta calidad, intereses compartidos por la intérprete. Durante sus actuaciones en el Palacio de Bellas Artes y en el Auditorio Nacional, así como en sus conciertos den la Sala Nezahualcóyotl, en el Teatro de la Ciudad y en el Festival Cervantino y en otros teatros y festivales, los espectadores despiden a Eugenia León con ovaciones de pie.




Como cantante, Eugenia León siempre ha aceptado retos y riesgos con proyectos musicales que ponen a prueba sus habilidades vocales y su temperamento. Un ejemplo de esto último es su disco Tangos, grabación de un concierto en vivo. Este álbum sorprendió a todos, tanto en México como más allá de sus fronteras. Todos habían creído que era imposible que una mexicana pudiera dominar un género tan complejo, que le exige tal grado de entrega y de pasión hasta lograr hacerlo completamente suyo.






A partir de 1983, Eugenia León ha grabado 20 álbumes, cinco de los cuales fueron terminados en un solo año, hazaña que establece un récord en cuanto a su capacidad de trabajo e imaginación. Eugenia es una de las mejores voces de México y los talentos de esta gran intérprete de música tradicional y contemporánea garantizan el desenvolvimiento exitoso de quienes han tenido la fortuna de compartir con ella el escenario.






Realiza grabaciones tanto para grandes compañías disqueras, como de manera independiente defendiendo la necesidad de llegar a todo público, manteniendo siempre su libertad completa para poder estudiar y trabajar con su propia voz. Ha formado las bases y la calidad de su repertorio por medio de la conjunción del trabajo de compositores como Armando Manzanero, José Alfredo Jiménez, Francisco Gabilondo Soler y María Grever, por nombrar sólo algunos. En 1998 esto la hizo merecedora de la Medalla Agustín Lara, honor que le otorgó el gobierno del Estado de Veracruz en reconocimiento a su trabajo como intérprete del célebre compositor jarocho, por cuyo arte se ha instituido dicha medalla.






Además de su pasión por la música, Eugenia siempre ha tenido un inquietante deseo de crear espectáculos teatrales, lo cual se manifiesta en su arte de cuando en cuando. En complicidad con la directora y actriz Jesusa Rodríguez descubrimos a Eugenia en el centro del escenario, creando una ciudad miniatura o un enorme vestido de muñeca hecho de un telón de papel mientras canta. Sin embargo, se considera como una solista par excelencia. A través de los años, varias celebridades musicales, tales como Ramón Vargas, Fito Páez, Mercedes Sosa, Willie Colón y Armando Manzanero han alabado sus cualidades como cantante.






A lo largo de su carrera, se ha presentado en los escenarios más importantes de la República Mexicana. Durante más de 10 años sin parar ha cantado en la célebre Sala Nazahualcóyotl, agotando todas las localidades año tras año. Ha sido invitada en múltiples ocasiones al Festival Cervantino, donde sus conciertos han tenido las mejores audiencias.






El espectáculo Cómplices, en colaboración con Pablo Milanés, se presentó en una extensa gira por todo el país, empezando en la Ciudad de México en el Auditorio Nacional. Este evento creó un foro para los estilos musicales de ambos intérpretes, incluyendo los elementos del bolero, la canción ranchera con mariachi y por supuesto, incluyendo lo mejor de ambos repertorios, que a dueto resultaron una combinación perfecta.






En 2003 hace su debut como conductora en el programa Acústico, que es transmitido por Canal 22, el cual es un espacio en donde la cultura y las artes tienen cabida. En este programa Eugenia León ha entrevistado y cantado con personalidades tales como Rosario, Pablo Milanés, Marco Antonio Muñiz, Lila Downs, Sin Bandera, Armando Manzanero, Los de Abajo, Ramón Vargas y Guadalupe Pineda, entre otros.






Para conmemorar 30 años de actividad artística presentó su disco 21, Tatuajes, que, al igual que el conocido proceso de escritura sobre el cuerpo humano, dejará su huella en nuestra sensibilidad y deleitará nuestro sentido auditivo, con esa voz exquisita y estilo interpretativo inigualable que le ha valido ser reconocida como la mejor voz femenina de México.






Grabado en Argentina y México, este álbum se caracteriza una vez más por contar con un equipo de compositores de primer nivel: Joan Manuel Serrat, Alejandro Lerner, David Haro, Chico Buarque, Marcial Alejandro, Reyli Barba, Víctor Merino, Héctor Infanzón, Lucho González, Gabriela Martineli y Ruy Guerrero, con la suma de las muchas tradiciones musicales de diversos países iberoamericanos: España, Brasil, Argentina, Cuba, Puerto Rico y Perú.



por: Eugenia León
Fuente: esmas.com

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