miércoles, 30 de noviembre de 2016

Alafredo Sadel Grandes Cantantes De Boleros

Manuel Alfredo Sánchez Luna, (Caracas, Venezuela, 22 de febrero de 1930 - † Caracas, Venezuela, 28 de junio de 1989) , más conocido como Alfredo Sadel, fue un cantante y compositor venezolano, considerado por muchos como el intérprete popular y lírico más importante en la historia musical venezolana, y apodado como El Tenor favorito de Venezuela.











Nacido en Caracas, siendo hijo de Manuel Sánchez Benítez y Luisa Amelia Luna, le bautizaron como Manuel Alfredo Sánchez Luna. Desde su niñez manifestó su vocación musical. En su período escolar, participó en el coro del colegio salesiano donde estudiaba.







Realizó sus estudios de educación primaria en el Colegio Domingo Savio de Los Teques, hasta 1944 cuando se vio en la necesidad de abandonar la escuela por problemas financieros de su familia. Dos sacerdotes contribuyeron a impartirle instrucción musical y arte escénico: el padre Calderón y el padre Sidi, quienes eran sacerdotes salesianos.






Su primera presentación fue en la Catedral de Caracas, donde cantó el "Ave María" e impresionó satisfactoriamente al público. Diversos mecenas ayudaron a su formación que empezó en la Escuela Superior de Música de Caracas y continuó a lo largo de su vida en Ciudad de México, Nueva York, Buenos Aires, Barcelona, Salzburgo y Milán e incluían solfeo, piano y armonía.







Otras habilidades suyas fueron el dibujo y la pintura, siendo sus caricaturas publicadas en dos medios impresos de la época, hoy desaparecidos como el diario La Esfera y la revista humorística Fantoches. Posteriormente, estas habilidades le servirían para trabajar como dibujante en una agencia publicitaria, y con el ingreso devengado ayudaba a mejorar la situación de su hogar. Así, pudo pagar la grabación de su primer disco de 78 RPM, con los temas: el bolero "Desesperación" y el pasodoble "El Diamante Negro", homenaje al torero Luis Sánchez, así apodado.




En esa época tuvo la oportunidad de participar como cantante en una presentación pública en la que había varios artistas del mismo apellido, y estando de moda cantantes con su apellido paterno, decidió que era oportuno modificar su nombre, de tal modo se le ocurrió tomar la primera sílaba de su apellido "Sa" y le añadió la desinencia "del", por Carlos Gardel, artista al que admiraba. Es así como nació su apodo artístico Alfredo Sadel, como se le conocería en lo sucesivo.






En 1946, luego de que fuera sacado de un estudio de grabación, Mario Suárez lo apadrinó y recomendó a Ricardo Espina -director de Radio Caracas Radio-, posteriormente consiguió ser becado y acceso a los estudios para ensayar. En 1947 ingresa como cantante aficionado a un programa radial en la emisora caraqueña Radiodifusora Venezuela, y al siguiente año firma contrato con la empresa discográfica local Discos Rex para grabar su segundo disco sencillo. 





Este disco, grabado en un estudio improvisado en los altos del Teatro Municipal, contenía nuevamente el pasodoble "Diamante Negro" y una interpretación instrumental del "Mambo No. 5" de Dámaso Pérez Prado. A pesar de los defectos técnicos de esta grabación, fue un éxito de ventas, ya que fueron vendidas veinte mil copias, lo que marcó el inicio de una ascendente trayectoria musical.









En 1950 inicia carrera en el cine al participar en la cinta “A La Habana me voy”, con los cubanos Blanquita Amaro, Otto Sirgo y el argentino Tito Lusiardo. En 1951, protagoniza Flor del campo, producción con música y argumento venezolanos, junto a Rafael Lanzetta y Elena Fernán.






En 1952, viaja a los Estados Unidos allí actúa en el teatro Chateau Madrid de Nueva York, acompañado por la orquesta de Aldemaro Romero, de quien era amigo. Debuta en el teatro Jefferson de Nueva York, y adquiere gran popularidad. 






Se convierte en el primer artista venezolano en actuar en la televisión estadounidense al ser contratado y presentado en show del presentador Ed Sullivan, y en otros programas exitosos del país como "Chance of a Lifetime", y es considerado por la prensa como “El artista latino más popular de la televisión norteamericana”.






En 1955 debutó en La Habana, Cuba obteniendo gran éxito de modo tal que se le ofrece la posibilidad de conducir su propio programa musical, el cual años más tarde se adueña totalmente de la sintonía. 








Ese año graba un LP titulado "Mi canción", con el sello RCA Víctor, que buscó para la ocasión el hacerlo acompañar con una orquesta dirigida por el músico y arreglista argentino Terig Tucci. Sadel compartió su carrera como cantante con la actividad sindical artística, promoviendo en 1957 la fundación de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena.







En 1958, vuelve a los Estados Unidos contratado por la empresa cinematográfica Metro-Goldwyn-Mayer,la cual pensaba incluirlo en algunas de sus cintas aprovechando sus dotes artísticas. Sin embargo, permaneció un año recibiendo sueldo y al no serle asignado ningún papel, va a México donde sus discos lo habían hecho conocido. Allí participa en el cine en las películas “El Ratón”, al lado de Raúl ‘Ratón’ Macías y “Tu y la mentira”, con Miguel Aceves Mejía y Evangelina Elizondo. Posteriormente, renuncia a su contrato con Metro Goldwyn Meyer.






Regresó a México, en 1960, y participa en la película “Tres balas perdidas” junto a Javier Solís, Elvira Quintana, María Victoria y Julio Aldama. Actúa de nuevo con Miguel Aceves Mejía en “El buena suerte”, además de Sara García y de nuevo con Javier Solís y Julio Aldama, en la película “En cada feria un amor”.







Su carrera en el cine termina con “Martín Santos, el llanero”, de co-producción Méjicano-venezolana con música de Juan Vicente Torrealba y José E. Sarabia, de nuevo con Miguel Aceves Mejía. En ella Sadel interpreta el vals "Di", tema expresivo en que hace gala de su voz. En el elenco aparecen la actriz mexicana Lorena Velásquez y la venezolana Adilia Castillo.






El V Festival de la Voz de Oro de 1973 estuvo marcado por la una demanda interpuesta por Alfredo Sadel, quien consideraba que organizadores y participantes (incluyendo a Héctor Cabrera) habían conspirado para excluirlo del concurso Voz de Diamante. Sadel declaró esto el día antes del concurso y la noche apertura la Guardia Nacional tomó las instalaciones en cumplimento de un recurso de amparo interpuesto por el cantante. Según el comité organizador, Sadel no había calificado para la Voz de Diamante porque no se había inscrito a tiempo.








Debido a este conflicto, la noche de apertura (en la que se eligió la voz de diamante) Cabrera se excusó ante el público y no cantó, por lo que fue descalificado por el jurado. Para paliar la situación, el comité organizador invitó a Sadel a participar como invitado especial junto a Rosalinda García y Rudy Márquez. Sadel aceptó e invitó a Hector Cabrera y otros cantantes al escenario para mostrar al público que el conflicto se había acabado.







En protesta por la actitud de Sadel, Luis D’Ubaldo y Héctor Murga rechazaron la invitación del cantante, quien fue abofeteado por la cantante Mayra Martí. Sadel posteriormente prohibió a Martí la grabación del tema Una melodía a mi soledad con el que ganó el concurso ya que era de su autoria.






En 1961 se presenta Sadel en el canto lírico con la zarzuela "Los gavilanes", en el Teatro Nacional de Caracas; ese mismo año se va estudiar a Milán con el fin de perfeccionar su calidad vocal. 






En este nuevo período de su vida artística participó en el Carnegie Hall de Nueva York en el estreno de la zarzuela cubana, basada de la novela con el mismo nombre, Cecilia Valdez; luego emprendió giras para presentar Rigoleto, El barbero de Sevilla, Carmen, Tosca, La Bohème, La Traviata, El Holandés Errante, Don Pascuale, L'amico Fritz, Don Carlo y otras, por toda América, luego por Alemania, Belgrado, Hungría, Suiza, España y la Unión Soviética (1967 y 1968), fue el primer cantante lírico venezolano en llegar a Siberia y a otras catorce naciones. 






En Lima, Perú, Sadel y Pepita Embil protagonizaron lo que los peruanos calificaron como las temporadas de zarzuelas más exitosas que se hayan realizado en el país.





En 1977, en un intento por institucionalizar la ópera en Venezuela, organiza una gran temporada en la Universidad Central de Venezuela, que se extiende a otras ciudades del país; participando también en temporadas de zarzuela en el teatro Nacional. 







El pueblo sin embargo nunca lo olvidó y sus versiones del género popular como, "Humanidad", "Vereda tropical", "Incertidumbre", "Dominó", "Desvelo de amor", "Congoja", "Granada", "Aquellos ojos verdes", y sus versiones de "Ansiedad" y "Madrigal", son una amplia constelación que se extiende desde el bolero hasta lo tradicional y lo clásico, temas imperecederos que siguen escuchándose en todo el ámbito de nuestra América.






En 1978, volvió a Cuba recibiendo apoyo que lo animaron a grabar de nuevo música popular, entre ella un LP con música de Los Panchos y otro en que rendía su tributo a Carlos Gardel.






Hizo dúos estupendos, entre ellos con la soprano Alba Marina y otro con Beny Moré que ocupa preferencias entre los coleccionistas, el bolero "Alma libre". Destacó como compositor, debiéndose a su inspiración innumerables piezas como "Yo no te engañé", "Son dos palabras", "Otra rosa", "El hombre de hierro", "Golondrinas del tiempo", "Quiero a Maracaibo", "Razonando", y decenas más.






Se radicó en Nueva York desde 1985 y viajó bastante desde entonces a Caracas y Colombia, especialmente a Medellín, donde decía sentir con agrado el gran cariño tributado por su gente. Cuando más feliz estaba por la posibilidad de presentarse en el Metropolitan Opera de Nueva York, su salud empezó a deteriorarse. 



Se encontraba realizando presentaciones en Cali, Colombia, cuando debió viajar de urgencia a Caracas el 31 de diciembre de 1988. En 1988 y 1989 se presenta en el Teatro Teresa Carreño junto con la Orquesta Sinfónica Venezuela en conciertos que marcaron su despedida.




En total Sadel, grabó más de 2.000 canciones recogidas en cerca de 200 discos de 78 RPM y unos 130 larga duración editados en diversos países; la Fundación que lleva su nombre los está recopilando en discos con tecnología digital, en una serie denominada "Documentos Alfredo Sadel", de modo que su voz y su memoria estén siempre presentes en el acervo cultural venezolano. Sadel obtuvo grandes logros en su carrera de cantante lírico a nivel mundial, más, obstante los éxitos en el ambiente lírico, siguió interpretando música popular.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario