viernes, 9 de septiembre de 2016

Rene Cabel Grandes Cantantes de Boleros

Ernesto Lecuona y Rafael Hernández cada uno desde su maestría en la música lo invitaron a cantar su repertorio. Fue el primer artista que tuvo un programa propio en la radio cubana y le correspondió estrenar piezas clásicas del género bolerístico como Nosotros, de Pedrito Junco. Junco murió al día siguiente de ser interpretada.






Aquel cantante que entraba directo al despacho presidencial del mandatario de su tiempo, pues era amigo personal de Carlos Pío Socarrás, en su muerte ocurrida el 3 de abril en Bogotá, prácticamente ha sido ignorado. 




Ese es el contraste de la fama escurridiza y efímera de los artistas que no mueren encima de la tarima de espectáculos.



De Cabezas a Cabell Nació René José de Jesús Cabezas Rodríguez el 9 de marzo de 1914 en Alquizar la misma tierra del compositor Luis Marquetti. De niño lo llevó su familia a La Habana, donde empezó a destacarse en el canto. 








El profesor que le perfeccionó la voz de tenor dramático fue Arturo Gobbi, quien se había quedado en Cuba, después de dejar la dirección de los coros que acompañaron a Enrico Carusso en su visita en 1919.



Después de dos o tres intentos con la ópera se concentró en los boleros y las canciones, decisión de la cual nunca se arrepintió. Lecuona fue de sus primeros descubridores y triunfó con él en el Teatro Nacional al quedar incorporado al elenco por su interpretación Yo quiero que tú sepas.








Radio e imagen René Cabell fue uno de los artistas más solicitados de la radio desde 1933 cuando cantó en Radio Salas y en la CMBD, de Gaspar Pumarejo. Al piano le acompañaron los mejores: René Touzet, Juan Bruno Tarraza, Julio Gutiérrez y Orlando de la Rosa, que era el que más le agradaba, pues incluso le ayudaba con algunas letras. 




Con orquestas también tuvo el respaldo de las más destacadas: Los Hermanos Castro, Los Hermanos Palau, La Casino de la Playa, la de Alberto Brito y la que dirigía el brillante maestro González Mantici.







Además grabó con La Habana Casino, La Riverside y fue el cantante principal de la orquesta de Julio Gutiérrez, a quien le grabó su bolero Inolvidable.
Con solo 23 años de edad ya andaba por México, donde grabó para discos Peerless. En ese país impresionó a Rafael Hernández, quien después vino a grabarle a Cuba 40 registros, casi todas composiciones del maestro boricua y de las cuales alcanzaron resonancia: Despecho (Odiame), Lejos de ti y Pobre gitana.








En Colombia El arte llevó al tenor a viajar constantemente a Brasil, Argentina, Chile, Venezuela y Puerto Rico, donde alternó con el gran cantante nacional Carlos Julio Ramírez. Invitado a Colombia por la cadena Kresto, actuó en las principales ciudades del país. 




En Medellín convenció a Willian Gil para que contratara a Benny Moré en el año de 1955, en cambio de la Sonora Matancera, que era el plan inicial del empresario de la Voz de Antioquia. 







Por esos tiempos Cabell ya había cantado en la NBC y en Cuba le otorgaron un programa de televisión Cita con René Cabell , por el cual pasaron entre otros: Cantinflas, Arturo de Córdoba, María Félix, Pedro Vargas, don Agustín, y los más apreciados artistas nacionales.



Aunque se exilió en 1961, nunca fue sectario. Regresó a Cuba a contratar artistas Tropicana, Tata Gines, Bobby Carcassés, etc. o para visitar a su hermana enferma, y se sorprendió de la buena calidad y sin costos alguno, de la delicada operación que le fue practicada.








Radicado en Colombia a partir de 1964, cantaba ocasionalmente, fue empresario artístico y comercializador internacional de café colombiano.
Poco después de cumplir los 84 años, el 9 de marzo, sucumbió a un prolongado proceso diabético que le cortó la vida el día viernes 3 de abril de 1998. Honor a quien bien lo merece y que perdure su obra.



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