Instrumento de la dictadura de los años 70 y 80.
Un tribunal federal enjuiciará a 25 militares de alta graduación por su participación en la red represiva del Cono Sur.
El dictador argentino Jorge Videla, durante la vista oral del juicio por el Plan Cóndor, este martes en Buenos Aires.
A casi 40 años de que la dictadura de Augusto Pinochet comenzara a diseñar un plan represivo compartido con otros países del Cono Sur, la justicia argentina pone este martes en marcha el primer juicio oral de lo que se conoció como el Plan Cóndor. Aquel dispositivo involucró, además de Chile y Argentina, a las dictaduras de Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil.
Veinticinco militares de alta graduación están acusados de haber participado en esa red del crimen. Entre ellos se encuentran los dictadores argentinos Jorge Videla y Reynaldo Bignone, que ya purgan sendas condenas a prisión perpetua. El juicio se ha iniciado un día después de que fueran denunciadas dos amenazas de bomba en la sede de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y en el Archivo Nacional de la Memoria. Un supuesto Comando Patriótico se atribuyó la intimidación. "No es casual que estas amenazas coincidan con la nueva etapa en los juicios por crímenes de lesa humanidad", dijo el secretario de Derechos Humanos,Luis Alén.
La primera causa por hechos cometidos en el marco del Plan Cóndor se abrió a finales de la década de los 90. Pero entonces regían las leyes de impunidad y poco se pudo hacer. Desde el 2006, cuando se anularon las normas que impedían juzgar a los represores, hasta finales del 2012, los tribunales dictaron 354 condenas y absolvieron a 35 acusados de cometer delitos aberrantes entre 1976 y 1983.
MÁS DE 400 TESTIGOS
El juicio que se ha iniciado hoy en la ciudad de Buenos Aires no deja de tener su arista paradójica: la mayoría de los hechos que se ventilarán en el tribunal están relacionados con hechos que involucran a ciudadanos uruguayos, paraguayos y chilenos. El Tribunal Oral Federal número 1 escuchará a lo largo de dos años a unos 450 testigos.
Los militares acusados eran en principio 32, pero algunos de los que tuvieron vital importancia en la construcción de la red represiva regional han fallecido, como los generales Albano Harguindeguy,Cristino Nicolaides y Antonio Bussi. Entre los 106 detenidos desaparecidos en el marco del Plan Cóndor no hubo supervivientes. Todos los extranjeros cayeron en Argentina. El grupo de víctimas más importante es de Uruguay (48); luego siguen Paraguay, Chile, Bolivia y un caso de Perú. Hay tres argentinos que fueron secuestrados en Brasil.
ANIQUILAMIENTO COMPARTIDO
Los fiscales saben de antemano que el Plan Cóndor fue algo más que un intercambio de información entre los organismos de los países que estaban sometidos a régimenes militares. Fue la implementación de un mecanismo de persecución y aniquilamiento compartido.
El juicio comienza cuando, en Uruguay, el Tribunal Supremo acaba de asestar un duro golpe a las expectativas de juzgar los delitos represivos. La máxima instancia judicial consideró que es inconstitucional una ley que, dos años atrás, había determinado que las violaciones a los derechos humanos cometidas entre 1973 y 1985 eran imprescriptibles. El excoronel y agente de inteligencia del Ejército uruguayo Manuel Cordero será el único extranjero que declare en el juicio que tiene lugar en Buenos Aires.