viernes, 7 de agosto de 2015

Chile condena crímenes de la dictadura

El clamor general igualmente exige la eliminación total de fotos o alegorías a Pinochet, Manuel Contreras y el cese de pensiones a militares que estuvieron involucrados en delitos


En Chile se ha reavivado el sentimiento contra los crímenes del periodo dictatorial de Augusto Pinochet. 


La alfombra luctuosa que acompaña la frase del “Nunca Más” ha vuelto a Chile en los últimos 12 días, con la reapertura del Caso Quemados y revelaciones inéditas de documentos desclasificados en Estados Unidos.


Con el Caso Quemados, el rostro de Carmen Gloria Quintana, rociada con gasolina y quemada viva junto con Rodrigo Rojas hace 29 años en esta capital, se convirtió en indispensable cuando parece que por fin se hará justicia.


Ella y Verónica de Negri, la madre de Rodrigo, quien no sobrevivió a las quemaduras y falleció a los 19 años de edad, han puesto sobre el tapete varios asuntos que además de dolor, provocan ira entre la mayoría de los chilenos.


en estos días también volvió a la palestra el ensañamiento contra el cantautor Víctor Jara, torturado y luego acribillado con 44 disparos de bala el 16 de septiembre de 1973. Sus asesinos recibieron nuevas condenas.


Luego, el canciller chileno, Heraldo Muñoz, anunció la traducción de documentos desclasificados por el Gobierno de Estados Unidos, ahora puestos a disposición de la justicia.


Canciller chileno, Heraldo Muñoz



El diplomático se refería así a los documentos publicados en la página web del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, entre los cuales el dictador Augusto Pinochet aparece como encubridor del Caso Que­mados.


He sostenido una conversación con el juez Mario Carroza para expresarle la disponibilidad de la Cancillería para colaborar con sus investigaciones del Caso Quemados, en particular acerca de lo documentos desclasificados, anotó.


Juez Mario Carroza


De acuerdo con las revelaciones de los textos que ya trascendieron, Pinochet fue el principal encubridor y rechazó investigar lo ocurrido a los jóvenes quemados vivos por militares en 1986.


El ministro de Exteriores remarcó la intención de Chile de insistir con Washington para que desclasifique también las palabras o renglones borrados o tachados.


Los desclasificados procedentes de la Casa Blanca, la CIA y el Departamento de Estado, indican que el encubrimiento duró casi 30 años e incluyó secuestro e intimidación de testigos, así como el ejercicio de presión sobre jueces y abogados chilenos.




Durante una protesta contra la dictadura, Rojas, un joven fotógrafo, y Carmen Gloria Quintana, de 18 años, estudiante universitaria, fueron quemados vivos el 2 de julio de 1986 y lanzados luego a una zanja en las afueras de Santiago.


Lograron salir de la zanja y con ayuda fueron llevados a atención hospitalaria. Rodrigo falleció 96 días más tarde y Carmen Gloria sobrevivió, pero con graves secuelas, con quemaduras en el 65 % en su cuerpo.


Tanto la psicóloga residente en Canadá y la madre de Rodrigo, radicada en Washington, impulsan en estos momentos en Chile campañas para que se terminen los privilegios a los militares manchados con violaciones a los derechos humanos.


El clamor general igualmente exige la eliminación total de fotos o alegorías a Pinochet, Manuel Contreras, el tenebroso exjefe de la policía secreta del dictador, y el cese de pensiones a militares que estuvieron involucrados en delitos.


BACHELET PROSIGUE REFORMAS


Como en las carreras de largo aliento, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, tomó su segundo aire sin prestar mucha atención a las encuestas y emprende el impulso a las reformas.




Luego de un periodo de incertidumbres, con escándalos de corrupción en la clase política, ralentización de la economía y problemas al interior de su propio Gobierno, la mandataria dio pasos en la misma dirección con aires renovados.


La gobernante estuvo casi cinco horas reunida con presidentes y secretarios generales de los partidos que integran la Nueva Mayoría (coalición de Gobierno), sus ministros y parlamentarios para hacer un balance del trabajo hasta la fecha.


El encuentro tuvo lugar el mismo día en que otra encuestadora, Adimark, ofreció un panorama sombrío de la aceptación de un grupo de ciudadanos acerca de la labor de Bachelet, con un rechazo en el orden del 70 %.


Sin embargo, el ministro de Gobierno y portavoz oficial, Marcelo Díaz, subrayó que esas cifras no requieren una rectificación de la plataforma de trabajo de la administración, “ya que los componentes del mismo siguen con alto respaldo”.

La dignataria no prestó atención al asunto y con igual entusiasmo hizo el lanzamiento de dos universidades estatales, como parte de su ambiciosa reforma educacional, al tiempo que delineó una hoja de ruta hacia el futuro.


“El resultado del trabajo es una hoja de ruta que nos va a ayudar a hacer un buen gobierno y reforzar nuestra unidad para conducir el país y dotarlo de una mejor economía”, comentó Bachelet acerca de la reunión de la Nueva Mayoría.


Se trata de aquellos proyectos que son fundamentales para nuestros compatriotas y su bienestar y los que dejarán bases sólidas para un desarrollo integral en nuestro país, acotó.


Uno de los puntos medulares que llega al umbral de sus expectativas es el proceso constituyente, un viejo reclamo de la mayoría de los chilenos, que quieren terminar con herencias de la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet.


Se iniciará esencialmente con una tarea de educación cívica: saber qué es una Constitución, en qué nos afecta y por qué debemos cambiarla, remarcó acerca del debate programado a partir de septiembre venidero.


En el tema de educación, además de poner énfasis en avanzar en el mejorado proyecto de Carrera Docente para responder a las demandas de los maestros, la jefa de Estado refirió que el 50 % de los alumnos vulnerables serán beneficiados.


Concretamente, señaló que aquellos que asistan a universidades del Consejo de Rectores y algunas privadas se verán favorecidos con la gratuidad.

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