martes, 12 de febrero de 2013

Chile imperialista [La Haya]

Todas las resmas de papel del mundo son insuficientes para denunciar el imperialismo agresivo de Chile. Es un país tercermundista, y desde Diego Portales hasta Pinochet tienen la convicción que deben ser un país hegemónico, imperial. Eso explica perfectamente las palabras impropias en un demócrata pronunciadas por Piñera. Su ambigüedad delata la real actitud de Santiago. Si no le dan la razón, pateará el tablero. Por eso dice: “no habrá corredor para Bolivia si perdemos en La Haya”. Lógico. Ese corredor será una frontera más que les dificultaría su incansable caminata hacia el norte. Es una lástima que en la guerra con Chile no los destrozáramos en Chorrillos cuando los tuvimos a nuestra merced en esa noche siniestra de embriaguez del 24 de marzo de 1881.


Chile imperialista [La Haya]


El político chileno Manuel José Vicuña, recuerda Basadre, testigo de todos estos acontecimientos, escribió un folleto titulado: Carta política (Lima 1881) destinado a criticar la actuación del general Baquedano (para impugnar su fallida candidatura presidencial): “recuerdo que con el Ministro de Guerra, hacíamos esta reflexión: cómo nos iría esta noche, si los peruanos con un poco de audacia, vinieran a atacarnos en número de cuatro mil. ¡Todo esto se lo llevaba el diablo! decía el Ministro y la obra de Chile se perdería miserablemente en una hora: “quien nos diría, amigo Ibáñez, que aquello que como simple hipótesis, conversábamos en nuestra tienda de campaña, precisamente estuviera discutiéndose y verificándose allá en el campamento enemigo”. Estas son las torturas póstumas de la reflexión histórica.

Cáceres siguió empeñado en darnos la victoria. Huyó a la sierra y salvó el honor nacional en cuatro periodos como se relata en sus memorias editadas por Julio C. Guerrero. Esos periodos de la campaña de la Breña fueron la entrada con su ejército en Ayacucho; el de la organización del ejército en esa ciudad, el de las operaciones en el norte y el de la organización de un nuevo ejército. Fue un gran militar y un gran héroe. Impecable hazaña la suya al reorganizar sus fuerzas castrenses en Ayacucho. Llegó a tener cuatro mil hombres. Se le sumaron comunidades indígenas. Aniquiló a las tropas chilenas en Marcavalle, Pucará y Concepción. Si hubiéramos tenido como líder del ejército a Cáceres desde abril de 1879, otro habría sido el destino del Perú. Chile habría caído de hinojos y no habría habido presidentes hablantines como Piñera (Con información del diario Expreso).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario