El movimiento estudiantil chileno inició las protestas por una educación gratuita el pasado mes de abril, pero la inserción a las movilizaciones de otros actores sociales hizo crecer la demanda exigiendo una Nueva Constitución y poniendo en jaque el sistema neoliberal
La Camila Vallejo que no debería estar en Francia en el Mayo del 68
Karl Marx, haciendo alusiones al filósofo alemán Friedrich Hegel, en una de las obras de su juventud como periodista, “El 18 Brumario de Luís Bonaparte”, subscribió que “la historia se repite dos veces, una como tragedia y otro como comedia”, haciendo referencia que Napoleón fue la tragedia y su sobrino, Napoleón III, la risa. Pero, también esta historia puede ser repetida en dos estados diferentes, Francia y Chile.
El símbolo chovinista francés en la II Guerra Mundial, el militar Charles de Gaulle, en un momento de desestabilización política por las luchas de la independencia del pueblo argelino fue nombrado Presidente de Francia en 1958 y fundó la V República reafirmando la soberanía francesa en plena Guerra Fría. Justo una década mas tarde estalló en Francia el Mayo del 1968. Jóvenes estudiantes de izquierdas que no vivieron la II Guerra Mundial, la mayoría pertenecientes al movimiento hippie, lideraron la protesta contra el nacimiento de una sociedad de consumo que generaba grandes desigualdades, movilizaciones que fueron apoyadas por millones de obreros industriales que empezaban a sufrir heridas económicas por los primeros síntomas de la crisis del modelo keynesiano. De Gaulle quiso reedificar su prestigio convocando un referéndum de proyecto de reforma constitucional pero la derrota dirigió su trágica dimisión.
Las primeras voces que parecían que nacían de unos jóvenes estudiantes locos a favor de educación publica e inspirados en libros de una ideología “caduca”, el marxismo, como podría reflejar Camila Vallejo, la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile al ser militante de las Juventudes Comunistas, ha puesto en jaque al gobierno de Piñera y al mismo sistema neoliberal chileno con la suma de diferentes actores populares pidiendo una nueva Asamblea Constituyente para romper con la actual Constitución impuesta por el dictador Pinochet al 1980.
El jueves 20 de octubre un grupo de representantes de varios movimientos, estudiantes, ecologistas, feministas, y otras organizaciones sociales, ocuparon el antiguo Congreso Nacional en Santiago de Chile durante 8 horas exigiendo a parlamentarios un plebiscito para reformar la Constitución y para que el pueblo asuma la soberanía construyendo su propia Carta Magna y no impuesta por un dictador. Rápidamente los carabineros detuvieron a los manifestantes por desacato. Las palabras de Piñera en la onU sobre el fortalecimiento de la democracia chilena eran una comedia mas.
El líder estudiantil de Mayo del 68, Daniel Cohn-Bendit, que llegó a ser una joven imagen de la izquierda revolucionaría mundial actualmente es europarlamentario del grupo ecosocialista por Alemania y ha sido parte del apoyo europeo a la invasión en Libia por los intereses del mercado petrolero. Esperamos que Camila Vallejo, que según el diario 20 Minutos supera en popularidad a Piñera en un 40%[1], no acabe siendo absorbida por el sistema capitalista, y así podamos decir que a pesar de acertar en la tragedia de De Gaulle y en la comedia de Piñera, en este caso si te has equivocado Marx, la historia del exlíder estudiantil Cohn-Bendit es fracaso pero la de Camila una victoria.
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