jueves, 1 de septiembre de 2011

Del Plebiscito Educacional a la Constituyente

El plebiscito aparece como la posibilidad democratica de resolver el problema del lucro en la educación, la Constituyente Soberana como alternativa para resolver a fondo la crisis política.
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Camila Vallejos lider de la movilización estudiantil 
 
Quienes pensaron que el actual conflicto por la educación se podía resolver mediante la famosa política de los acuerdos, es decir, amarrarlo entre el gobierno de derecha y la Concertación se equivocaron del medio a la mitad. 

No solo eso, el escenario social y político jamás volverá a ser como antes, la movilización estudiantil tiene un efecto develador impresionante, la gente ha comenzado a despertar de un largo sueño o pesadilla, según se quiera. La larga noche neoliberal, ha quedado al descubierto con todas sus estructuras de abuso. 

Lo que queda claro es que se ha desatado una crisis política, en que la “democracia representativa”, aparece como una trampa para el dominio y la permanencia del pinochetismo neoliberal, ese régimen político no podrá sostenerse más porque está cuestionado profundamente, la ciudadanía ya no cree más en ese sistema, es más, se siente estafada por él. Por eso las encuestas en forma reiterativa han marcado un rechazo tanto al gobierno de derecha, como a la oposición que también es de derecha, moderada, pero de derecha al fin y al cabo, se está hablando en Chile de las dos derechas y es cierto, la rabia surge entonces en la gente al descubrir que esa otra derecha se hizo pasar por progresista cuando no lo era, por eso ese cartel que aparece en todas la marchas tiene un alto significado: “Ni un voto más para quienes nos traicionaron”. 

“La Concertación fue indispensable para darle legitimidad social y moral al tipo de capitalismo creado bajo Pinochet,…” Lo dice Eugenio Tironi destacado sociólogo concertacionista. (Tironi/ 2011/ ¿Por qué no me quieren? Uqbar editores P. 134)
La gente ha comenzado a tomar conciencia que el abuso no es solo en las farmacias, La Polar, el costo de la educación, el abuso es generalizado, toda la estructura de precios es un abuso, los empresarios impusieron la lógica del mercado en todo, para convertir a Chile en el país de los precios más caros de América Latina cuestión que lógicamente tenía más que satisfechos al mundo empresarial. El famoso CAE, (Crédito con Aval del Estado), propuesto por el ministro de educación Sergio Bitar en el gobierno del Presidente Ricardo Lagos terminó favoreciendo más a los bancos que a los estudiantes. La clase media dijo basta, por ese camino nos llevan a la miseria.

De ahí que la lógica del plebiscito resulte impecable, la actual institucionalidad no representa a ese 80% de ciudadanos que rechaza el lucro en la educación, por tanto ni el gobierno ni el parlamento son confiables, entonces el problema debe resolverse con el concurso de la gente, son las personas las quieren participar para resolver el problema de una vez por todas, la única manera de intervenir democráticamente es a través de un plebiscito, será allí donde se resuelva democráticamente el problema.

El crear los mecanismos legales para convocar a un plebiscito es la única salida honorable y democrática a este conflicto. Este plebiscito debe plantear claramente las opciones para que los chilenos se pronuncien contra el lucro y por una educación sin costos para las familias. El costo lo debe pagar la sociedad toda, que es la que produce la riqueza. La educación es un derecho no un bien de consumo. Toda riqueza se produce socialmente, la apropiación del producto también debe ser social.

Pero el problema para las clases dominantes no termina allí, la ciudadanía ya no quiere más este sistema político que los entrampa en el consumo y en la elección de matices de lo mismo, quiere por fin una verdadera participación democrática por eso que lenta y tardíamente algunos politólogos de la anterior hegemonía comienzan a hablar de que estamos frente a un “momento constituyente”. Eso significa que el tipo de demandas que han surgido desde diversos sectores sociales ya no son reivindicativas sino que apuntan a la reorganización de la sociedad. La forma más democrática que asume esta reorganización institucional es la de una “Constituyente Soberana” que recoja de la forma más abierta las demandas democratizadoras de la ciudadanía.

Una de las cuestiones claves para la concreción de esta demanda de reorganización de la sociedad chilena radica en poder canalizar la protesta social, las demandas ciudadanas, los movimientos sociales y el poderoso brío de las movilizaciones en un frente político amplio y diverso que recoja en el  nivel político todo este potencial social y cultural que se ha ido forjando. Se está hablando en Chile de un Frente Amplio que se presente como alternativa a las dos coaliciones políticas existentes, es decir, si se logra canalizar políticamente el descontento potenciándolo y dirigiéndolo hacia un proceso constituyente se habrá cumplido unos de los requisitos para avanzar hacia una democracia verdadera rompiendo con la actual simulación.

Los estudiantes han cumplido brillantemente su tarea de abrir paso a un conjunto de demandas ciudadanas que se sumarán como arroyos a un río, que irá sumando nuevos actores y nuevos liderazgos a los ya existentes. El plebiscito no será sino el primer capítulo en este proceso de democratización profunda de la sociedad chilena. 

No obstante cualquiera sea el desenlace de esta batalla estudiantil es tan poderoso su influjo que aún en el caso de que el gobierno logre mediatizarlo nada quedará igual en el terreno educativo, los estudiantes lograran más de alguna de sus metas.
Lo que estamos planteando es un escenario posible de lo que puede ocurrir, quizás es el mejor, pero no será fácil, pueden que surjan otros escenarios. La lucha por delante será compleja, incluso puede ser derrotada, la esperanza radica en un pueblo que ya ha comenzado a movilizarse y sabrá dotarse de una dirección que esté a la altura de los acontecimientos.

La belleza de todo esto no radica solo en los atributos físicos de Camila Vallejos, el emblema femenino de esta rebelión estudiantil, sino en la hermosa estética de la liberación.
 
Fuente : Leonardo Gabriel Ogaz Arce 

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