Wikileaks pone en evidencia las simpatías de Piñera por Pinochet

El presidente chileno menospreció a las víctimas del dictador 

Wikileaks ha tocado a la puerta, también, del presidente de Chile, Sebastián Piñera, la apuesta de José María Aznar en las pasadas elecciones en ese país. La plataforma de Assange ha puesto en evidencia los tintes pinochetistas del líder de la derecha chilena, al sacar a la luz unos cables de la embajada estadounidense en Santiago, fechados en 2008, que recogen halagos del entonces candidato al dictador Pinochet. 

"Uno no destruye las pirámides porque se hubieran perdido vidas al construirlas", afirmó Piñera en marzo de 2008, para alabar la política económica del régimen de  Pinochet, a pesar de sus crímenes, al insinuar que el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet había mantenido las mismas directrices económicas que el dictador, según citan los cables estadounidenses, divulgados por Wikileaks a través de El País.

Actitud caballerosa
 Tras una visita del embajador estadounidense Paul Simons y su consejero político Juan A. Alsace a Piñera el 17 de marzo de 2008, Alsace escribió: "Esta actitud caballerosa hacia el abuso sobre los derechos humanos del régimen de Pinochet es uno de los talones de Aquiles del centro-derecha, una actitud que no casa bien con la mayoría de votantes de centro-izquierda".

El acto de 1998
 Como reveló ELPLURAL.COM en enero de 2010, la simpatía de Sebastián Piñera por Pinochet viene de lejos. En un mitin celebrado en 1998, el actual presidente chileno mostró su solidaridad con el dictador, sobre quien entonces existía la amenaza de ser juzgado por algunos de sus crímenes, a instancias del juez Baltasar Garzón. “El senador Pinochet y su familia están viviendo tiempos difíciles y por eso merecen toda nuestra solidaridad”, afirmó Piñera en aquel acto. 

 

El apoyo de Aznar
 Durante la campaña electoral de 2009, que llevaría a Piñera a la presidencia de Chile, José María Aznar se movilizó para mostrarle su apoyo al candidato de la Coalición por el Cambio, que agrupa a la conservadora Renovación Nacional y a la ultraderechista Unión Democrática Independiente. El ex presidente le visitó en Santiago, le acompañó en un viaje oficial a Argentina y le invitó al campus de FAES en Madrid.