domingo, 7 de noviembre de 2010

Los mineros del norte, los mapuches del sur y los cristianos de Palestina

“Lo más difícil fue vernos enfrentados a la muerte y lo más bonito fue ver la perforación, porque era una ventana de salvación”
José Henríquez González. Minero rescatado
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La seguridad laboral es un derecho de todo trabajador. Es por ello que lo acontecido en la mina San José posee una responsabilidad de tipo empresarial, así como del organismo encargado de la fiscalización y la adecuada protección resguardo de las condiciones de trabajo de los mineros. Por lo tanto, la catástrofe de los mineros es un síntoma del modus operandi del modelo neoliberal, donde el fin de las ganancias y la adquisición de dinero como objetivos se sitúan por sobre la vida de las personas.
El déficit de coherencia se ha hecho sentir en determinadas ocasiones y materias, tanto en los ámbitos nacional como internacional. http://www.terra.cl/actualidad/index.cfm?id_cat=302&id_reg=1411237
“No podemos cerrar los ojos: en la sociedad chilena las actuaciones de discriminación que amenazan la vida o la integridad física y psicológica de las personas por motivo de religión, etnia, condición sexual o nacionalidad deben ser penalizadas”, Fulvio Rossi. político, miembro del Partido “Socialista” chileno.
Este político ha hecho referencia al error y a la responsabilidad del gobierno de la Concertación en las medidas represivas tomadas como solución a los pedidos del pueblo mapuche frente a la negación de sus derechos territoriales, civiles y políticos.

Los incendios y la quema de predios no son la solución. Nunca jamás la violencia en la resolución de conflictos. Siempre debe respetarse la legalidad, y es precisamente por ello, que una justa legislación en torno a la marginación del pueblo mapuche es lo que corresponde y evitaría sin dudas estas respuestas contestatarias y/o reactivas frente a la agresión y violencia original que padeció este pueblo originario. http://www.defensadelcobre.info/modules.php?name=News&file=print&sid=10577
Lo kafkiano de ciertos políticos de “izquierda” chilenos (e internacionales) es la falta de coherencia, a la hora de hacer referencia a la ocupación y a la creación unilateral y bajo presión del único Estado sin fronteras. Sobrepuesto de manera artificial como gendarme del imperialismo en Medio Oriente, sobre el genocidio y expolio de un pueblo indefenso. O sea, a la inexistencia absoluta de “derechos humanos” para el pueblo palestino.
Porque, ¿dónde están los pedidos de sanción y penalización para las actuaciones de discriminación que amenazan la vida o la integridad física y psicológica del pueblo palestino por motivo de su religión, etnia y nacionalidad, que comprenden tanto a los palestinos de la Palestina Histórica como a los de la diáspora?
Muy por el contrario, existe una iniciativa de anular, frenar y amordazar la solidaridad con el holocausto palestino, mediante una ley antidiscriminación que podría ser mal utilizada al intentar manipular de forma errónea determinados conceptos, tales como pretender que el repudio a una ideología (sionismo) definida por las Naciones Unidas en su Resolución 3379 como una política expansionista y racista similar al apartheid sudafricano, supone ser “antisemita”.
Concepto doble y garrafalmente erróneo por lo demás, puesto que los invasores de Palestina en su mayoría son europeos descendientes de los kázaros, y en ningún caso son semitas, como lo es el pueblo palestino. Por lo tanto, si hacemos referencia al “antisemitismo”, debemos precisamente acotar que el sionismo es antisemitismo.
Y el broche de oro, ha sido la invitación por parte del gendarme del imperialismo en Medio Oriente a los mineros chilenos hacia tierras que no le pertenecen. Específicamente a Belén, la ciudad palestina donde nació el representante del Cristianismo; mientras nosotros, los palestinos cristianos de la diáspora, no podemos vivir en nuestra propia tierra.
Si se conoce el rol del sionismo en la formación y mantenimiento de todas las dictaduras, con su apoyo armamentístico y logístico, así como su sustento ideológico entonces, ¿dónde ha quedado la memoria colectiva de la “izquierda”?,
Interior de la casa de una familia cristiana de Jerusalén en 1850
En mi país natal: Palestina Histórica, país de mis padres, abuelos, bisabuelos y ancestros, se ha producido un descenso de nuestra presencia cristiana alcanzando un 2% de la población total.
En Palestina del 48, los palestinos (musulmanes, cristianos y otros) portan pasaportes y cédulas de identidad amarillas, discriminatorias, pese a su calidad de “ciudadanos”.
Somos cotidianamente humillados y escupidos por fanáticos y violentos israelíes: http://www.abc.es/hemeroteca/historico-30-10-2004/abc/Sociedad/anticristianismo-en-la-ciudad-santa_963145793760.html
Además de la continuación de construcción ilegal de asentamientos, robo de agua, etc.
Por otro lado, recientemente un equipo de clérigos visitó Gaza, observando una población traumatizada por la violencia experimentada, a causa de los ataques israelíes.
Los niños de Palestina (los que sobrebreviven) ya no sonríen.
Los barcos de la Flotilla por la Libertad de Gaza, reitero: representan una ventana abierta dentro de una prisión, constituye un empujón moral enorme para el pueblo-guetto de Gaza”.
La solidaridad con Palestina constituye eso mismo, esa solidaridad que el sionismo pretende acallar en Chile y en la misma Palestina histórica mediante la ley de la mordaza, a través de la manipulación informática y comunicacional; al difamar de terroristas a quienes desean vivir tranquilos y en paz en su propio país, el cual les ha sido arrebatado, al margen de la legalidad internacional, por la vía de la violencia, el terrorismo y la expulsión, aniquilación y limpieza étnica de un pueblo completo del cual hoy su mayoría vive en el exilio.
El odio y violencia: www.caliber3range.com, el fin de las ganancias y adquisición de dinero como objetivos que se sitúan por sobre la vida de las personas, intrínsecos al sionismo e imperialismo deben ser superados.
En su lugar deben prevalecer y establecerse valores que nos identifiquen con la humanidad, tales como cooperación y solidaridad:
Porque soy palestina, pero sobre todo un ser humano, en consecuencia me solidarizo con el pueblo mapuche y con los mineros.
Porque soy palestina, pero más aún un ser humano, consecuentemente me solidarizo con el sufrimiento de todas las víctimas del pasado holocausto de la Segunda Guerra Mundial, gitanos, homosexuales, marxistas, así como ciudadanos europeos de religión judía.
Porque soy palestina, AUNQUE NO TENGO CARNET DE IDENTIDAD, PASAPORTE PALESTINO, NI PUEDO VIVIR EN MI PATRIA NATAL.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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