domingo, 31 de octubre de 2010

Rousseff gana las presidenciales brasileñas

La candidata y heredera de Lula logra el 53,83% de los votos con el 78,37% escrutado 

Dilma e Lula
Brasil ya tiene presidenta. Dilma Rousseff, de 62 años, la heredera de Luiz Inacio Lula da Silva, ha vencido por más de seis puntos de diferencia a José Serra, del Partido de la Social
Dos encuestas a pie de urna divulgadas por la televisión 

(Datafolha e Ibope) le otorgaban una mayor diferencia a la aspirante de la coalición que integran el Partido de los Trabajadores (PT) y fuerzas de centreo derecha.

Dilma, como la llaman, a secas, para darle una aire de mayor familiaridad, encuentra a un Brasil pujante y sin sobresaltos en el horizonte. Su alianza electoral le garantizará un Congreso ampliamente a su favor. La mitad de los Estados también estarán de su lado.

Lula, el otro gran ganador

Lula se ha convertido en el otro gran ganador de la contienda porque ha podido trasladar buena parte de su capital político (una popularidad del 87%) en favor de Rousseff. Buena parte del electorado ha decidido confiar en la apuesta del presidente en favor de la continuidad de las actuales políticas. La petición de Serra a la sociedad para que facilitara la alternancia en el poder no ha producido el efecto esperado.

Con Lula han ganado casi todos en estos ocho años. Los grandes bancos y empresas han alcanzado extraordinarios indicadores de rentabilidad, tanto en el campo como en la industria. Los beneficios también los han sentido los más pobres.. 

Avances económicos y sociales en ocho años

En estos ocho años, unos 32 millones de personas, el equivalente a la mitad de Francia, han pasado a formar parte de la clase media baja, el llamado sector C. Las políticas asistenciales han sacado del hambre a 40 millones de brasileños. El salario, medido en dólares, creció un 154%. Se ha triplicado el producto interior bruto por cabeza (está cerca de los 10.000 dólares). La inflación anual promedio ha sido del 5,7%. La era Lula ha significado la creación de 15 millones de empleos genuinos.

Las multinacionales invirtieron solo este año 30.000 millones de dólares. En el 2011 serán 41.000 millones. Las asignaturas pendientes son importantes -inseguridad, educación, obras de infraestructura, mejoramiento del sistema político, valoración excesiva del real, la moneda nacional, lucha contra la corrupción- pero existe la certeza de que, con Lula, se crearon las condiciones para resolverlas.

 

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