jueves, 12 de marzo de 2009

Todos con Maradona

En la intimidad, los jugadores lejos estuvieron de salir en defensa de Riquelme y el respaldo absoluto fue para el DT; desde hace tiempo el plantel se cansó de los egos de Román y su salida es vista como una vuelta de página necesaria


Todos con Maradona Detrás de Mascherano y Demichelis, Riquelme perdió terreno en el plantel argentino de Diego

Los jugadores argentinos harán todo lo posible para no exteriorizar sus sensaciones en este momento que tiene la carga de remover un conflicto de larga data, con una dosis de escándalo y una alta repercusión mediática. Porque peleas en el fútbol hubo muchas, pero pocas veces una que trascendiera con semejante intensidad las fronteras íntimas del seleccionado y que desencadenara posturas irreconciliables. La de Román, que tuvo que renunciar por segunda vez porque entendió que no tenía manera de revertir la imagen negativa que ha generado en sus ex compañeros. La de Diego Maradona, que decidió que es el tiempo de pensar en los que "están a muerte con la camiseta". Y la del resto de los jugadores, que lejos estuvieron de salir en defensa del que fue el conductor del equipo hasta hace poco.

Maradona entendió después de la experiencia en Marsella, tras el triunfo con Francia, que el grupo le estaba dando en un mensaje. Y hasta llegó a tener una reunión con uno de los jugadores emblemas de su nuevo ciclo para intentar entender por qué Riquelme no tenía relación más allá de lo específicamente deportivo. Hubo una propuesta del entrenador para que los pocos que hablaban con Román, los contados casos de Javier Mascherano y Javier Zanetti, entre otros, intercedieran. Pero para ellos la incomodidad de estar en el medio de Román y la nueva generación fue más fuerte y jugó en contra de la búsqueda del consenso real que procuraba el entrenador.

En poco tiempo, Diego se enteró de la resistencia escondida que despertaba Riquelme. De lo mal que caían en buena parte de sus dirigidos las constantes licencias que imponía el N° 10 de Boca. Algo de todo esto deslizó Maradona en las declaraciones de ayer en Radio Del Plata. "Algunos me hablaron... bien y otros me dijeron barbaridades. Yo lo quería imponer...", expresó Diego sin poder contar todo lo que sabía de un cortocircuito que venía de arrastre.

Aún le quedaban unos meses al ciclo de Alfio Basile en el seleccionado y la relación de Riquelme con el resto del plantel se quebraría para siempre. Fue en la Copa América de Venezuela, a mediados de 2007, en la habitación de uno de los jugadores con más partidos en el seleccionado. Compartían una charla con Román los futbolistas de más experiencia. En ese momento, Lionel Messi entró en la habitación y, de una forma poco cordial Riquelme se despachó con un "pendejo, tocá la puerta, no ves que ésta es una charla entre grandes" . Durante unos cuantos segundos, en uno de esos momentos en los que el tiempo parece transcurrir con diferente intensidad, se generó la escena que terminó por decidir el comienzo del fin de Riquelme como referente del círculo seleccionado.

Quienes conocen la anécdota dan cuenta de que uno de los presentes estuvo a punto de tomar del cuello a Román. Que Messi se dio vuelta sin poder creer lo que estaba pasando y que otro referente se lo llevó para consolarlo. A partir de ese momento, algo se quebró para siempre. El grupo se inclinó por la Pulga y la convivencia comenzó a chocar con los egos y los caprichos de Román.

Las derivaciones de aquella noche de gritos y portazos, en Venezuela, dejaron a Riquelme señalado para siempre. No hizo más que confirmar la diferencia de gustos entre un estilo y el otro que Basile, por entonces técnico del seleccionado, no supo o no quiso ver. Algo que se extendió hasta estallar en los días previos del partido con Brasil, en junio pasado, en Belo Horizonte y que derivó en el pacto de Beijing , en el que Messi y Riquelme hicieron las paces, antes del comienzo de la competencia en los Juegos.

La de Sebastián Verón fue una de las pocas voces que se oyeron ayer, pero, se sabe, no hace más que sumarse al pensamiento general de sus compañeros que, en la intimidad, respaldan al cuerpo técnico de la selección y le hicieron notar que estaban con él a través de mensajes de todo tipo. "Lo importante es delinear el estilo y formar un grupo que es lo que quiere el DT para el equipo", agregó Verón.

El grupo está unido en algunos puntos. Por eso, aunque no lo digan públicamente, sienten que la armonía general resultará beneficiada con esta salida. Riquelme asimiló que varias cosas le jugaban en contra, como la relación Agüero-Maradona, y prefirió marcharse antes de verse en el banco. Y como le sucede al jugador xeneize, cuestiones extrafutbolísticas también hacen imposibles citaciones de otros jugadores. Las principales dudas están instaladas sobre el caso de Gonzalo Higuaín, con algunas desavenencias que nacieron del vestuario de Real Madrid y que alcanzarían al seleccionado.

Nada se sostiene simplemente por descansar en la calidad de los futbolistas o agruparlos como un montón de buenas individualidades. Se necesita armar un grupo y profundizar algunos lazos internos para emerger como una selección. Y la renuncia de Riquelme no hizo más que potenciar el ámbito para una vuelta de página en la vida íntima del seleccionado.

  • Dura crítica de Diego a Marcos Franchi
    Maradona responsabilizó al empresario Marcos Franchi, uno de sus ex representantes y actualmente cercano a Riquelme, por la renuncia. "Me siento tranquilo: hice todo como para que Román esté en el equipo. Franchi lo mandó a decir lo que dijo. Hemos tenido muchas noches hablando con Franchi, los dos en la misma posición, con los mismos vicios... Así que lo conozco perfectamente", dijo el DT.

¿Qué molesta del Nº 10?

Las miradas despectivas.

Su carácter ausente.

Los caprichos, como el número de la camiseta.

Licencias en los horarios, atención a la prensa, prácticas y cargas físicas.

Sus pretensiones de influir en la convocatoria de su círculo de amigos.

Su intención de pesar sobre las decisiones tácticas y el estilo de juego.

El privilegio de renunciar y volver cuando se le antojó.

La mirada del entrenador sobre el conflicto

"Lo que me duele es que él se está perdiendo la gran revancha de demostrar que podía dar un aporte vital en el seleccionado"

"Si viene y me dice me equivoqué, yo encantado. Lo que pasó, pasó. Porque estuvo convocado y él fue el que renunció"

"Lo aprecio desde hace mucho y me encanta, pero esto me superó. Por eso veo complicada una solución"

"Ojalá todo esto le sirva a Román para darle a Boca todo lo que no le dio al seleccionado. El es un ídolo que le dio mucho al club"

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