jueves, 22 de septiembre de 2016

Elvira Rios Interpretes femeninas Inolvidables

Sus más grandes éxitos fueron los boleros de Agustín Lara: Noche de ronda y Ausencia. Existe una anécdota sobre cómo Elvira Ríos llegó a cantar la mayoría de los temas de Lara: el músico fue llevado por unos amigos a escucharla cuando ella era una desconocida que trabajaba en un café nocturno de la Ciudad de México, y al oír la gran imitación que ella era capaz de hacer de él (con su profunda voz de contralto), la invitó para el día siguiente a su casa bajo la promesa de que su suerte cambiaría para siempre y de que se convertiría en una estrella del espectáculo.





Originaria de la Ciudad de México, Elvira Gallegos Cerda (nombre real de la intérprete) nació el 16 de noviembre de 1913, logrando convertirse en la primera intérprete mexicana que logró fama internacional, logrando trascender las fronteras con su inigualable estilo que la llevó a países como: Argentina y Chile, donde al lado de oros grandes del bolero, hizo largas temporadas.





Valuarte de la vida nocturna de Mexico , Ríos también tuvo apariciones importantes en el cine como fue el caso de las películas La Diligencia (dirigida por John Ford; La Jungla en Armas (1939), Ven mi Corazón te Llama (filmada en 1942 en Buenos Aires, Argentina), El Tango Vuelve a París (realizada también Argentina en 1948, al lado del cantante Alberto Castillo y del bandoneonista Aníbal Troilo.





Elvira llegó a convertirse en una de las cantantes más importante de su época, triunfando plenamente en la radio a través de la XEW, aunado a que vivió algún tiempo en París, Francia, así como en los Estados Unidos, donde llegó a presentarse en el Centro Rockefeller.





Tras haber grabado 35 elepés, entre los que incluyó éxitos como: Una Mujer, Desesperadamente, Frenesí, Perfidia, Tú Volverás, Flores Negras  y Ausencia, la controversial cantante decidió alejarse de los escenarios en el año de 1979. Falleció a la edad de 73 años.




Elvira Ríos se nos adelantó en el viaje eterno, logrando destacar en nuestro entorno artístico como pionera del bolero, convirtiéndose en intérprete de Agustín Lara, siendo célebre su ejecución del tema Noche de Ronda, que popularizó con su tono grave que le valió el mote de "La voz de Humo".






Esta gran dama de la canción, específicamente interprete del más puro bolero, de la esencia de lo que los compositores pretendieron dejar plasmado con sus obras, es fiel representante de esa estirpe de artistas que lamentablemente son irrepetibles, por lo que hablar de ella es hablar de algo excepcional, de un ser para recordar y para que las generaciones venideras cuenten con un ejemplo de lo que es una verdadera cantante, de lo que es una persona que ha escrito parte de la historia cultural de México, aun en contra de la voluntad de la sociedad imperante.




Nuestro eterno agradecimiento para regallo8762 quien es el que ha colocado en YouTube la mayoría de las grabaciones de Elvira Rios, que son las que hemos recopilado para complementar este segmento, abierto como una pequeña pero sincera ponderación de quien supo imponerse como artista en todas sus fases.







Tal aseveración se cumplió religiosamente y esta dama de la canción, de la mano de las composiciones del gran Agustín Lara, logró alcanzar el éxito de una forma apoteósica, sembrando para siempre una forma de interpretar tales melodías. Unos de los países de la América del Sur que llegó a experimentar un verdadero cambio en el gusto de la música romántica durante la década de 1950 fue precisamente Chile, cuando alcanzó el bolero al tango como género musical preferido por los chilenos por algún tiempo.





Sosteniéndose que en ello tenìa alguna responsabilidad la gran Elvira Ríos, así como que especula que cantantes como Olga Guillotde Cuba, y Leo Marini de Argentina, entre otros, fueron también muy populares durante ese tiempo en ese grandioso país, aderezado con las repercusiones de lo que hacia Xavier Cugat y su orquesta, con la inclusión del nativo de Puerto Rico Bobby Capó, quienes definitivamente influyeron en Lucho Gatica, que con el tiempo se convertiría en uno de los más grandes bolerista del mundo.






Desde principios de Elvira Ríos expresó fuerte deseo de ser cantante. Por lo tanto, muy joven, no tuvo miedo a someterse a una prueba en presencia del todo poderoso Emilio, director de Radio XEW en la ciudad de México, pasando con gran serenidad dicha prueba, lo que fue muy bien recibido por los conocedores de la materia, y es así como logra conseguir un contrato de inmediato. Durante un año y medio de pudo avanzar dentro de Radio XEW llegando a tener en tres programas diarios de 15 minutos cada uno.






Riachi Manuel, quien fue asistente de Arthur Junior Hornlow para Paramount Pictures en Hollywood, le gustaba su voz y señaló que, que ofreció una oportunidad Elvira Rios en la Meca del Cine, para que así pudiera participar en 1938 la película de “Vacaciones Tropical” (Tropic Holliday), con Dorothy Lamour y Ray Milland en los papeles principales. Luego Elvira Rios fue invitado a actuar en la prestigiosa discoteca La Martinica, en Nueva York, donde se ganó al público con su voz grave, profunda, dramática, misteriosa y desesperadamente romántico, lo que aderezado con su tipo de la India subrayó o despertó aun más su interés por sus actuaciones en los escenarios del Norte.




Cuando llegó el invierno, siguió su temporada en Miami en el Miami Lujoso Biltimiros. A su regreso a Nueva York, hace grabaciones en Decca. En estas grabaciones (la primera celebrada en 1939), que hizo época y se valoran hoy en día como verdaderas reliquias de la música de antaño, constituyéndose en piezas de obligada colección entre los melómanos. Elvira Ríos fue la artista que logró que se luchara por su disposición para lograr obtener el favor de sus actuaciones.





Es así como dos grandes músicos, el americano de Tampa, Morandy el cubano José Nuno Morales, se la disputan. Incluso en 1939, jugando como un indio, cantó en la película La diligencia (Stagecoach), de la United Artists, dirigida por John Ford, un clásico “occidental”, con John Wayne y Claire Trevor. Cuando regresó a su tierra natal para disfrutar de merecidas vacaciones, el placer de ser precedida por los ecos de sus logros en el mundo del arte de los Estados Unidos, siempre tan difícil, especialmente para los latinos, hizo que su recibimiento fuera algo inolvidable para ella, algo que no se esperaba, ni estaban dentro de sus expectativas como actriz.







Sin embargo, los nuevos contratos previstos y ya convenidos en Nueva York, donde se presenta en la famosa Sala Arco Iris, en lo alto del Rockefeller Center, la hace volver a la realidad y a tomar conciencia de su rol como cantante. En los años siguientes, su carrera como estrella de la llamada Nueva Canción latinoamericana pasa por varios países. En Brasil, donde también se hizo muy conocida, tiene una serie de presentaciones en los Casino da Urca, y en 50 años, llegaría a grabar un LP Record, al que cariñosamente se le denominó 10 pulgadas de Musidisc.






Elvira Ríos se caracterizó siempre por su especial estilo con su voz más que cálida profunda y sincera, y así siempre obsequiaba amor para aquellos que no entendían la vida sin el romance, sin la pasión de ese grandioso sentimiento que Dios nos ha deparado para nuestro disfrute. Incluso para aquellos que pasaban por un trance que rayaba en el sufrimiento, quienes no conocían las sublimes y calidas consecuencias del amor, aunque para ello tuvieran que pasar por lapsos y hechos de confusión. Esta es a grandes rasgos Elvira Ríos, la mujer pionera que abrió el camino para las féminas en la interpretación del bolero.






1987 Muere la cantante y actriz mexicana Elvira Ríos, reconocida por aparecer en películas como “El tango vuelve a París” y “Ven mi corazón te llama”. Nace en la Ciudad de México, el 16 de noviembre de 1913. ELVIRA RÍOS: Nació en 1913. Su epoca de mayor éxito fueron las décadas del 30 y el 40, durante las cuales residió en París primero y en USA y Argentina después, países en los que protagonizó varias películas. Sus temas más característicos fueron “Vereda Tropical”, “Cuando Vuelva a tu Lado”, “Amor, Amor, Amor”, “La Cita”. Se retiró sorpresivamente de la actuación y no volvió a cantar.




Falleció en 1987.Cantante favorita mexicana Elvira Ríos hizo su debut en el cine argentino en Ven, mi corazón te llama (Cuando mis llamadas del corazón). La trama se pone en marcha por Alicia Barrie, crónica esposa jugador de la lucha contra el juego editor de un periódico Tito Lusiardo. La última cruzada en contra de establecimientos de juegos torcidos se ve seriamente comprometida por las actividades de Barrie – especialmente cuando se va como un anillo de seguridad en el casino en carretera administrada por el marido de Elvira Ríos.


O texto acima não representa a biografia completa do artista, mas sim, partes importantes de sua vida e carreira.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Sonia y Myriam Grandes Cantantes de Boleros

Antes que Los Ángeles Negros, que Los Hermanos Arriagada y que Lucho Gatica incluso, entre otras figuras de celebridad internacional, fueron dos mujeres las que se adelantaron a exportar música chilena a América Latina: Sonia y Myriam. Y antes que Christell, María José Quintanilla y Gloria Benavides incluso, fueron dos niñas chicas las que también inauguraron la figura de la cantante infantil en la industria musical local: Sonia y Myriam.







Con una carrera dividida en dos épocas, entre 1941 y 1950 y entre 1957 y 1964, pocas figuras concentran tanta historia en la música chilena. Iniciadas a los diez y once años, las hermanas Sonia y Myriam Von Schrebler  ya habían cantado en Argentina y Brasil antes de egresar del liceo, y en una historia de 23 años impusieron en Chile, Perú, Colombia, Venezuela e incluso en las potencias de la música popular de Cuba y México un repertorio internacional de éxitos como el universal “Ay, ay, ay” (Osmán Pérez Freire), “Despierta, corazón” (Vicente Bianchi), “La flor de la canela” (Chabuca Granda) o “Piensa en mí” (Agustín Lara)










La carrera como solista de Sonia la Única y el valioso sello disquero SyM que ambas iniciaron en Chile en 1980 son parte de la herencia reciente del más histórico dúo registrado en la música popular chilena.


Sonia y Myriam, de Playa Ancha



Una casa familiar en el cerro Playa Ancha, en Valparaíso, fue el primer hogar de Sonia y Myriam. De entonces data también el primer estímulo musical de sus vidas, recibido de la educación provista por su madre, Hilda García Ossandón, más conocida por su nombre de cantante:
Cora Santa Cruz.










Ya en su juventud Cora Santa Cruz había aprendido a tocar el piano por sus propios medios, de frente a cierta censura derivada de ser una artista popular en una familia acomodada. Y fue bajo sus auspicios que sus hijas se iniciaron profesionalmente como dúo en diciembre de 1941, con una actuación en radio Carrera, donde trabajaba la madre.



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Ese día Sonia y Myriam cantaron en un programa infantil presentado por una juguetería de la capitalina calle Ahumada. Su primera paga estuvo a tono: una muñeca y un coche. Con diez y once años las niñas fueron contratadas por la emisora y en 1942 eran artistas estables de radio Carrera y cantaban en los salones de la tienda Gath y Chaves o el Lucerna a la hora del té. Y a los trece y catorce años, cuando eran estudiantes del Liceo 1, ya actuaban de noche en el Goyescas.








El repertorio de los comienzos inicios del dúo incluía a los autores chilenos Luis Aguirre Pinto,Vicente Bianchi, Donato Román Heitman y Francisco Flores del Campo, además de extranjeros como Agustín Lara. Eran los inicios de la era del swing y del éxitos de Pedro Vargas, Beny Moré, Olga Guillot y otras figuras americanas cuando, en el mismo 1942, Sonia y Myriam grabaron su primer éxito, llamado “Linda chilena”.








El notable dúo infantil: los discos y el cine
Ese primer disco es un acetato de RCA Victor con “La canción del carretero”, de Luis Aguirre Pinto, y “Linda chilena”, de Armando Oréfice, acompañado por la orquesta de Chiquito Oréfice, de 1942. Las dos tenían doce años entonces.




Armando Oréfice era un famoso director de orquesta cubano de esos años, que tocaba en el Tap Room –recuerda a la distancia Myriam Von Schrebler, la primogénita del dúo. Y la partitura original lo corrobora: “La canción del carretero, canción de Luis Aguirre Pinto grabada en disco Victor por el notable dúo infantil Sonia y Miriam (sic), con orquesta del autor”.










Los albores del dúo también están ligados al floreciente cine chileno de la época. Sonia y Myriam aparecen cantando la misma “La canción del carretero” en la película El último día del invierno(1942), de René Olivares, un filme con música del propio Aguirre Pinto.




”Carretero, canta, canta tu canción”… con una voz de pito que cantaba por allá arriba –cita Myriam. Y cuatro años después de haber debutado con Amanecer de esperanzas (1941), considerada la primera película musical chilena, el joven director Miguel Frank filmó Música en tu corazón (1945), con las cantantes Kika (el seudónimo de Blanca de Valdivia), las propias Sonia y Myriam y la compositora cubana Margarita Lecuona en el reparto.









En 1944, aún liceanas y con catorce y quince años de edad, las hermanas hicieron su primer viaje fuera de Chile y salieron a Argentina a trabajar en radio y en vivo, contratadas por la compañía de espectáculos bonarense Teatro Maipo y por radio Splendid, con Cora Santa Cruz como pianista. 




Allí coincidieron con Eva Duarte (la futura Eva Perón), Libertad Lamarque, Leo Marini y un joven Astor Piazzolla, entre otros músicos. A su regreso a Chile en 1945 emprendieron una gira desde Arica a Punta Arenas, con éxitos como “Una pena y un cariño” y el aludido “Ay, ay, ay”, de Pérez Freire. Y el siguiente país fue Brasil, entre 1947 y 1949.









Pasamos tres años trabajando y cantando radicados en Brasil, y estuvimos en todo el país: vivíamos en Rio (de Janeiro) o en Sao Paulo pero trabajando continuamente –recuerda Myriam. En 1950 ya estaban de vuelta en Chile para emprender una nueva gira nacional, pero ése también fue el año de la primera pausa en la historia del grupo, cuando Sonia se casó y el grupo dejó de funcionar.





En Cuba y México: la segunda vez




Myriam Von Schrebler se unió entonces al Trío Llanquiray, que Vicente Bianchi había formado con su esposa, la cantante Hely Murúa. Después casarse a su vez y de vivir por unos años en Antofagasta, volvió a Santiago, a tiempo para reunirse con su hermana e iniciar la segunda época de Sonia y Myriam, entre 1957 y 1964, que iba a ser la de su mayor actividad internacional.










Vuelvo a Santiago y lo único que sabía hacer yo era cantar. Y ahí fue la segunda etapa nuestra. La etapa importante: ya mujeres adultas, ya viajábamos solas, ya éramos casadas –reconstitute la hermana mayor. Fue Tito Garrote, el representante de Lucho Gatica en Cuba, quien las contrató para actuar en la isla, a la que llevaron éxitos como la canción “Adiós”, que les había escrito el autor de tangos argentino Mariano Mores. Eran los últimos años previos a la Revolución Cubana.










Ahí fuimos a La Habana primero, el 57 y el 58, porque Tito Garrote era el manager de Lucho Gatica y entonces Lucho ya tenía mucho nombre, ya estaba cantando –explica la cantante, cuyo dúo se codeó en Cuba con figuras consagradas como Omara Portuondo y Bola de Nieve–. 



Hasta Pablo Milanés, a quien he ido a ver a teatros en España, me ha dicho “Es que tú no sabes, chica, yo aprendí a cantar con ustedes”. Y lo mismo me ha dicho Silvio Rodríguez. Hasta hoy nos recuerdan.









Entre 1957 y 1964, además de sus presentaciones en Chile, Sonia y Myriam actuaron en Cuba, México, Venezuela, Colombia, Perú, Argentina y EE.UU. Tal como sus compatriotas de Los Cuatro Hermanos Silva, en México fueron contratadas por la filial local de RCA Victor, para la que grabaron éxitos como el bolero “Piensa en mí”, de Agustín Lara.





–¿Y sabes por qué fuimos a grabar a México? –pregunta Myriam–. Fue muy gracioso. El director de la compañía en México, Mariano Rivera Conde, que fue el marido de Consuelo Velásquez, la autora de “Bésame mucho”, estuvo en Chile, haciendo un viaje por todas las RCA de América. Y nosotras éramos famosas ya. 








Entonces viene este Mariano Rivera Conde, llega a Chile y estábamos nosotras grabando. Él ya nos conocía de oídas. Sabía quiénes éramos. Nos hizo grabar un long play para llevárselo a México. Se llevó la cinta. Y en el camino perdió la cinta. Entonces nos llamó que teníamos que ir a México a grabar.




Nuevamente fue la vida familiar, esta vez de Myriam, la que marcó la disolución del dúo, ahora definitiva. La mayor de las hermanas renunció al grupo en 1964 y, mientras Sonia Von Schrebler emprendía una trayectoria como solista bajo el nombre de Sonia la Única, Myriam partió a radicarse a España, donde se mantuvo ligada a la música, pero en una carrera como ejecutiva de la industria discográfica que también desarrolló en Chile desde la dirección artística del sello Philips.









Desde tonada a canción italiana: las grabaciones
A contar de sus primeros años Sonia y Myriam grabaron con astros populares americanos de la época, el cantante mexicano Pedro Vargas y el autor y cantante argentino Mario Clavell entre ellos.





Con Pedro Vargas grabamos en Chile –recuerda Myriam–. Estaba en Chile para cantar y grabó con nosotros un single, dos canciones. Y grabó con mi madre, también. Porque nosotras tuvimos suerte desde el primer momento. Salimos a cantar y nos fue bien, siempre. Y la gente nos quiso mucho y se vendían nuestros discos y éramos famosillas. Éramos niñitas prodigio, siempre.





El repertorio de Sonia y Myriam, amplio y variado, podía comprender desde boleros a tonadas, música de autores chilenos y éxitos brasileños, italianos o estadounidenses.









Cantábamos canciones de todo tipo. Hacíamos combinaciones. Una que tuvo mucho éxito es una canción italiana que se llamaba “El torrente”. O “Arrivederci, Roma”. Nunca cantamos folclor propiamente tal; cantábamos la canción chilena, boleros, tonadas como “La canción del carretero”. O “El trébol de cuatro hojas”: “I’m looking over / the four leaves clover“, una canción (norte)americana muy conocida que cantábamos en castellano. “Ando buscando y procurando / Un trébol en mi jardín”. Cantábamos canciones brasileras, muchísimas también.










Sonia y Myriam grabaron para los dos principales sellos de su tiempo en Chile, RCA Victor y EMI Odeon, en ese orden. Luego de una primera serie de discos de acetato de 78 rpm, que Myriam calcula en unos cincuenta, pasaron al nuevo formato de extended play de cuatro canciones y se iniciaron en la era del long play, hacia 1955 ó 1956, para Odeon y con la orquesta de Pedro Mesías. Ese repertorio incluye éxitos como “La flor de la canela”, de Chabuca Granda, y varias canciones de Vicente Bianchi, entre “Despierta, corazón” y la histórica trilogía de “Tonadas de Manuel Rodríguez”, “Bernardo O’Higgins” y “Los hermanos Carrera”.









Registros de su segunda época constan también en dos volúmenes de Grandes éxitos editados en vinilo entre 1962 y 1963, con compilaciones de boleros y clásicos de la canción latinoamericana sobre todo. Ahí están desde “Volverás” (Agustín Lara) hasta “Desafinado” (Antonio Carlos Jobim), pasando por “Ven a mí” (Armando Manzanero) y “Envidia” (hermanos García Segura), todos grabados con orquestas de directores como Chucho Ferrer y Chucho Zarzosa. Estos discos fueron reeditados en 2000 por el sello BMG junto a un tercer compilado, Con mariachis, que concentra la música que el dúo grabó en México hasta su separación definitiva en 1964.









Desde entonces ha habido reuniones esporádicas de Sonia y Myriam, dentro y también fuera del escenario. Ambas hermanas volvieron a Chile para iniciar en 1980 el sello SyM, que a comienzos de la década alimentó en buena parte el catálogo del movimiento del Canto Nuevo con discos de Hugo Moraga, Eduardo Gatti, Óscar Andrade y Miguel Piñera, además de nuevos discos de la propia Sonia la Única y de Gloria Simonetti, que impuso entonces su versión de la canción de Silvio Rodíguez “Ojalá”. Parte del legado del dúo vive también en hijos de Myriam como el músico Carlos Narea, experimentado productor radicado en España, y Cristina Narea (Cristina González), cantante iniciada en el Canto Nuevo y también activa entre España y México.









Mientras Sonia volvió de plano a Chile en 1989 tras el regreso de la democracia, Myriam vivió en España, donde solía cantar para encuentros en la embajada y en el Rincón Chileno, un restaurante de Madrid. Y como dúo han tenido actuaciones aisladas. 






Una de ellas data de 1976, en Ciudad de México. En abril de 2003 dieron un concierto en plena forma en el Teatro Municipal de Viña del Mar con la orquesta de Juan Azúa, y en 2001 y 2004 actuaron en las entregas de los premios Altazor en Chile. 



En la más reciente de esas ceremonias cantaron casi de improviso el bolero “Mucho corazón”, y en la primera recibieron de parte de la Sociedad del Derecho de Autor chilena el premio de Figuras Fundamentales de la Música Chilena. Un calificativo certero como resumen de la popular y pionera carrera de Sonia y Myriam en la música popular de Chile.



martes, 20 de septiembre de 2016

Carlos Julio Ramírez Grandes Cantantes de Boleros

Carlos Julio Ramirez fue un cantante Colombiano del Siglo XX, se puede decir que resaltó y dio a conocer a este país. Se dedicó a hacer Barítono que es aquella voz cuya tesitura se encuentra ubicada entre bajo y el de un tenor de la opera. Canto los géneros: Ópera, Bolero, Jazz, Bossa-Nova, Música colombiana.









Su carrera de cantante se inició cantando en los alrededores de su pueblo junto a su hermana Alcira Ramírez y en los barcos turistas que recorrían el río Magdalena cerca al puerto de Girardot, en donde cantó desde los nueve años por unas cuantas monedas. 







Poco tiempo después se traslada con su familia a Bogotá, donde le surgieron diversas oportunidades de crecimiento profesional. Allí le vinieron presentaciones en el Teatro Municipal, el Teatro Faenza y varios viajes a Medellín donde el público lo apodó a él y su hermana "Los Jilgueros de Colombia"







En uno de sus viajes conoce al político conservador Laureano Gómez, quien, maravillado por la voz de Ramírez, lo inscribe en clases de canto con el profesor Emilio Murillo y lo matrícula en el colegio internado de la Comunidad Salesiana de la ciudad de Bogotá. 






Murillo intentó matricular a Carlos Julio Ramírez en el Conservatorio Nacional pero dentro de severos conceptos ortodoxos fue rechazado por estar "viciado de bambuco".



A la edad de 12 años, Carlos Julio Ramírez debuta en la radío, en un programa de la emisora bogotana La voz de la Víctor. Allí conoce al maestro Efraín Orozco quien lo lleva a su primera gira musical por Suramérica.








En 1936, se lanzaba a buscar suerte en el exterior y marcha a Buenos Aires, integrando la orquesta del maestro Efraín Orozco, viajó también a Viña del Mar donde fue escuchado por Homero Manzi y Cátulo Castillo, quienes lo recomendaron a empresarios bonaerenses. 









Por aquel entonces, conoció a Carlos Gardel, de quien se cuenta que le dijo: "Pibe, no te quedes en tu tierra con esa voz". Cuatro años vivió en la capital Argentina y durante dos años y medio formó parte de la Compañía de Ópera del Teatro Colón, donde cantaba junto a Lily Pons y Giacomo Lauri-Volpi. 




Era el barítono más joven de la compañía y era considerado como el de mejor porvenir, asimismo recibió importantes ofertas para cantar en Europa. Emocionado preparó maletas y se marchó de Buenos Aires. Apenas había llegado a Brasil, cuando estalló la Segunda Guerra Mundial.








Dadas las circunstancias, cuando aún dudaba si volver a Argentina o regresar a Colombia, le surgió un contrato para trabajar en el "Casino de la Urca" en Río de Janeiro, un club nocturno comparable entonces al Copacabana donde continuaron sus triunfos como cantante popular. Fue entonces que pensó en trasladarse a New York.




Llegó en los años 40 al teatro Metropolitan Opera House. El crítico e historiador musical Irvinge Kolodin, que escribía los programas del Metropolitan, dijo que el Largo al factotum de Ramírez había sido superior a los realizados por los míticos barítonos Titta Ruffo y Ezio Pinza, en tecnologías anteriores al disco. 








Desafortunadamente, ignoraba cómo era New York, y cómo los artistas del Metropolitan eran contratados con bastante tiempo antes de comenzar la temporada de opera.



Ramírez había incursionado en la lírica en el Teatro Colón de Bogotá, experiencia que intensificó al hacer parte de la Compañia de Ópera de Adolfo Bracale y la Compañía de Zarzuela de Marina Uguetti.









En 1944 comienza su incursión el la industria cinematográfica. La productora cinematográfica estadounidense Metro Golden Mayer decidió contratar a Carlos Julio para que participara en varias de las producciones de la época, actuando en siete películas, entre ellas, la producción Escuela de Sirenas. También presta su voz cantando el Largo Al Factotum de Gioacchino Rossini para el corto animado del director de cine estadounidense Tex Avery, Magical Maestro en 1952.




Sus primeras grabaciones de música colombiana las realiza hacia el año de 1952 con temas como “Bésame morenita”, “El camino del café”, “La carta”, “Compadre, no me hable de ella”, “Sombras”, “Arrunchaditos”, “El Trapiche”, y otras, además de muchos temas del repertorio internacional.








Carlos Julio sufría de ludopatía y a causa de esto perdió la mayor parte de su fortuna arruinándose económicamente.



Grabó en 1972 su último disco LP, con arreglos y dirección del maestro Blas Emilio Atehortúa.

Falleció en la ciudad de Miami el 12 de diciembre de 1986, aquejado por el cáncer.



lunes, 19 de septiembre de 2016

Xiomara Alfaro Interpretes Inolvidables Femeninas

Xiomara Alfaro se inició en revistas musicales en los años 50 y en espectáculos de cabaret, actuó en Tropicana y realizó números espectáculos en diversos países del mundo, editó más de 28 discos, algunos con la colaboración de Bebo Valdés o Ernesto Duarte Brito, entre otros.





El bolero Siboney de Ernesto Lecuona fue muy popular en su voz y la interpretación que más le gustaba al autor. Casada con el pianista panameño Rafael Benítez, quien ha sido su arreglista y director de orquesta artístico colaborando en la grabación de sus discos. Participó en la película italiana Mambo con Silvana Mangano y Vittorio Gassman, dirigida por Robert Rossen en 1954 , así como en la cinta mexicana Yambaó (1956), junto a las también cubanas Ninón Sevilla y Olga Guillot, dirigida por Alfredo B. Crevenna.









Xiomara Alfaro marcó un estilo propio en la canción popular cubana, con su repertorio de boleros en su voz de soprano de coloratura de impresionantes agudos, artista contemporánea de Olga Guillot, Celia Cruz, Omara Portuondo o Yma Sumac.







Xiomara Alfaro, nació en La Habana, Cuba, el 11 de mayo de 1930, es de una de las cantantes cubanas de música popular más famosa de la isla, residente actualmente en Miami Estados Unidos.







Como sucedió con casi la gran mayoría de las cantantes cubanas,Xiomara Alfaro se ganó un concurso en una radio cubana y desde ese momento quedó marcado su destino como cantante. 






Ella marcó un estilo propio, muy particular y con una singularidad que no se había presentado en la interpretación de la canción popular cubana, orientando su actividad hacia el bolero, para lo que se le escogió un repertorio que se adaptada a su asombrosa voz de soprano, la que le permitía hacer impresionantes registros agudos, lo que fue casi inmediatamente aceptado por los amantes del bolero, ya que se trataba de algo novedoso y con características musicales muy sonoras adornadas con esas notas tan sorprendentes, mas propio de una interprete del bel canto que de una cantante de música popular.






Trabajó en los principales cabarets de La Habana: Sans Souci en la revista Bondelle con la cual viaja a Las Vegas, Tropicana. Montmatre. Se presentó en un sin número de programas de radio, televisión y en teatros. 






Después realizó giras por distintos países. grabado numerosas discos con canciones cubanas y del repertorio internacional, muchos de ellos con su esposo el maestro Rafael Benítez como director y arreglista. Ha grabado más de 28 discos, entre discos de pasta de 78 RPM y LP.






Reside en Estados Unidos, donde continua actuando. Estas pocas palabras son las que hemos podido lograr obtener de lo que se ha investigado sobre la vida artística de esta gran cantante, que dejó un recuerdo imperecedero para los amantes de la música romántica, específicamente del bolero. 







Es lastimoso que artistas de esta clase no tengan algún biógrafo que pueda insertar sus datos en Internet para conocimiento de todo el mundo, principalmente de los que le gusta la música latina en particular.






En Perú le cantó al Presidente de la República y triunfó con Sube espuma. Luego estuvo en Chile, en Ecuador, y nuevamente en Perú. En 1957, en Perú grabó varios de sus grandes éxitos y regresó a Cuba como estrella, en donde grabó para la RCA Víctor, trabajó en Radio Progreso, hizo televisión y se presento en el Cabaret Tropicana, en plan estelar.








Xiomara Alfaro es una cantante cubana, soprano de coloratura, que debutó en 1951, en la revista musical "Batamú", presentada en el teatro habanero Martí por su autor, el compositor y director Obdulio Morales. Trabajó en los principales centros nocturnos de La Habana, como El Tropicana, El Montmartre y el Sans Souci donde cantó en la revista musical “Bondelle” con la que viajó como parte del elenco a Las Vegas. A su regreso fue contratada por Katherine Dunham para su ballet afro-norteamericano. Con esta agrupación realizó una gira por diferentes países de Europa. 





Se presentó en programas de radio, televisión y teatrales. Visitó numerosos países. Participó en el filme "Mambo" con Silvana Mangano y Vittorio Gassman. Ha grabado gran número de discos con canciones cubanas y de otros países, muchos de ellos, con su esposo como director y arreglista. Actualmente reside en Atlanta.